El Estado de México tiene más secuestros, más extorsiones, más robo de vehículos, más homicidios y más robos a negocio que los que tuvieron en su momento los sexenios de César Camacho, Arturo Montiel y Enrique Peña Nieto.

Un estado deshecho en materia de inseguridad es el saldo que deja en el principal bastión del PRI el ex gobernador Eruviel Ávila, convertido desde ayer en el nuevo dirigente del PRI en la Ciudad de México.

Las cifras son demoledoras.

Durante el paso de Ávila por el estado (las cifras son del Observatorio Nacional Ciudadano) la tasa de secuestro pasó de 4.0 a 6.4. La de extorsión creció de 0 a 36.3. La de robo a negocio se disparó de 93.3 a 211.7, y la de robo de vehículos de 1449.3 a 1774.7.

En el último año de su administración, el Estado de México ocupó el primer lugar nacional en robo de vehículos. Cuatro de cada diez unidades robadas con violencia en el país circulaban en calles del Edomex.

Sólo en 2016 fueron robados en territorio mexiquense (según cifras de la AMIS) 42 mil autos: un promedio de 115 diarios.

Los municipios más peligrosos del país en lo referente a este delito estuvieron también en el Edomex.

Fueron Ecatepec, Tlalnepantla y Nezahualcóyotl.

La situación llegó a tal punto que las aseguradoras impusieron una “prima especial” para aquel estado. De acuerdo con EL UNIVERSAL, el costo de los seguros para autos registrados en el Edomex llegó a aumentar hasta 30%.

Cuando Eruviel Ávila recibió la gubernatura, la entidad ocupaba en la tabla de secuestros realizada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la posición número 20.

Un año más tarde, el Edomex se encontraba ya en el quinto sitio:

En julio de 2016 se cometía en tierras mexiquenses un plagio cada 24 horas.

En marzo de 2017, el estado se había colocado al frente del país en lo relacionado con este delito. Se mantuvo en ese sitio hasta que Tamaulipas le arrebató, en agosto pasado, el puesto.

Sin embargo, 25% de los secuestros cometidos en México ocurrieron ahí.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Inegi, informó en julio pasado que el Estado de México fue la entidad que más homicidios registró en 2016. Hubo 2 mil 749 casos.

La entidad se ubicó durante todo el año por encima de estados en llamas como Guerrero, Chihuahua, Baja California, Veracruz, Tamaulipas, Michoacán y Sonora.

Según el Informe de víctimas de homicidio, secuestro y extorsión, presentado recientemente por la Secretaría de Gobernación, entre enero y mayo de 2017 se cometieron en el estado mil 493 homicidios. La cifra rebasó el tope de 300 muertes cada mes en abril y mayo.

Hoy el estado se encuentra en el segundo lugar nacional, pues en los últimos meses fue desbancado por la violencia vivida en Guanajuato, en donde se registraron mil 690 homicidios durante el periodo.

En el primer semestre de 2017, el robo a negocio se disparó 120%.

En el mismo lapso de 2016 se habían denunciado mil 700 casos. La cifra llegó ahora a 3 mil 738. No sólo eso: el pasado mes de junio fue el peor en cuatro años: en 30 días se registraron 784 casos.

En todas las bases de datos el Estado de México ocupa el primer lugar nacional en extorsión.

Detrás de estas cifras se esconde una sociedad que no se siente segura “al salir a la calle, a la escuela, a su trabajo”.

En esas cifras está el legado del sexenio, la realidad atroz de millones de ciudadanos mexiquenses.

@hdemauleon
demauleon@hotmail.com

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