Fue una primera jornada cumplidora, que —con un promedio de 2.4 goles por partido— entrega la esperanza de ver un torneo de mucha mayor calidad, emoción y dramatismo que el Apertura 2017. Arrancó bien, pues, el año futbolístico en México. Destacables los partidos Atlas-León, Pachuca-Pumas y Santos-Lobos BUAP, pero sobre todo el sembrar la esperanza en una afición que está viviendo en depresión, como lo es la universitaria. Por eso, sus dirigentes deberían negociar con Televisa para no volver a jugar a las 12 del día, porque es muy diferente ver a este equipo en partidos por la noche.

Este tipo de reacciones, de mostrar estamina, orgullo y convicción, son las que siempre deben caracterizar a un equipo como los Pumas. En Pachuca, incluso se sobrepusieron a errores arbitrales y personales de algunos de sus futbolistas, como el portero Alfredo Saldívar. Por eso, es muy destacable y sobresaliente esta primera victoria lograda en el campeonato.

Los clubes regios, durante todo diciembre, presumieron ser como el Barcelona y el Real Madrid, pero dieron pena. Aquí es donde aplica el mexicanísimo dicho “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”, porque no es entendible que esas plantillas argumenten no haber descansado lo suficiente. Por eso, sus directivas gastan millones de dólares para no tener lagunas en el plantel.

Pocas veces se habla del Puebla en medios nacionales, pero con Enrique Meza será un equipo extremadamente duro de superar en casa. Entienden perfectamente lo que es jugar por la permanencia y será complicadísimo que los rivales salgan bien librados del estadio Cuauhtémoc, aunque su única debilidad notoria y constante es la portería. Por eso, ya la solucionaron al traer al portero uruguayo Nicolás Vikonis, veterano y sin mucho cartel, pero seguramente con mucho mejor nivel que la decadente figura de Moisés Muñoz.

América salva el debut gracias a una individualidad de Henry Martín, aunque da esbozos de que va a ser de los contendientes, como lo hizo el Cruz Azul en contra de Xolos. Sigue siendo alarmante su falta de capacidad para definir, pero se ve a un equipo más ordenado, armado y con absoluto caso de los futbolistas hacia el entrenador. Ahora sí hay liderazgo en el banquillo. Chivas continúa siendo Chivas, con problemas para definir y frágil en la defensa.

Aunque una jornada no es parámetro, sí dio gusto que iniciara el torneo con partidos entretenidos. Y la lucha entre Veracruz y Lobos BUAP, por no descender, será encarnizada. Para mí, uno de estos perderá la categoría... Y el arbitraje continúa muy mal.

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