Es una decisión  sensata nombrar a Ricardo Ferretti entrenador nacional. Aunque falte la confirmación, fue una reverenda falta de respeto iniciar un proceso con un técnico al que no le iban a volver a hacer caso, ni iba a elegir a los jugadores, ni mucho menos tener a alguien que no estuviera en su cabeza planificando a corto, mediano y largo plazo.
Realmente, la Selección Mexicana no tiene a quién homenajear como ex entrenador.

Los únicos que han ganado algo importante, como Luis Fernando Tena en los Juegos Olímpicos Londres 2012, Raúl Gutiérrez en el Mundial Sub-17 México 2011, Jesús Ramírez también en esa categoría, pero en Perú 2005, o Manuel Lapuente en la Copa Confederaciones 1999, no han pasado, ni pasarán por la cabeza de quien toma la decisión del futuro técnico.

Será un momento determinante durante la gira por Houston y Nashville para que a Ferretti le hagan saber que es el único candidato y el ideal, sin las marrullerías de que está dentro de una terna, como hemos venido diciendo en este espacio. El Tuca ha respondido con mucha clase e inteligencia cuando las preguntas han sido sobre el tema, mientras que en la Federación ha habido un silencio natural, al tratar de que no se filtre información alguna.

Hay quienes, desde sus diferentes trincheras, sobre todo, la corriente de defensa de los Rayados del Monterrey en esa ciudad, critican y minimizan que Ferretti deba ser el próximo técnico nacional, argumentando conceptos vacíos, ambiguos y hasta mentirosos sobre que es un hombre al que no le gusta trabajar con jóvenes, como si eso fuera lo importante en una Selección Nacional. No, la Selección Mexicana necesita a un ganador y el Tuca lo es, así como también disciplina, y en él, la encontrará.

El proyecto 2022-2026 debe ser encargado a un hombre que tenga el conocimiento absoluto de lo que se trata el futbol mexicano, que no permita secuestros al interior, para que los jugadores hagan lo que se les pegue su reverenda gana, porque es mejor contar con menos talento, pero más disposición y entrega a los colores nacionales, que ser una “súper estrella” del futbol y no rendir cuando se viste de verde, por inmadurez, caprichos y por sentirse siempre seguro en el equipo.

En una Selección Nacional no se trata de debutar jóvenes, sino de ganar, misma situación que se da en un equipo profesional, aunque pocos se acuerdan y reconocen que él fue quien debutó a Jesús Dueñas, Luis Fuentes, Javier Cortés, David Cabrera y a algunos otros más, o dado continuidad en sus equipos a futbolistas que, aunque no sean de sus fuerzas básicas, como Jürgen Damm o Jorge Torres Nilo cuando llegó a los Tigres, procedente del Atlas.

Así que ver a Ricardo Ferretti en Estados Unidos sería lo mejor que le puede pasar a un futbol mexicano que necesita a planificadores como él para salir adelante. 

 @gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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