Que se auto descarte Ricardo Ferretti para ser el entrenador de la Selección Nacional, es lógico. Si realmente lo quisieran, es una falta de respeto que lo busquen y le digan que está dentro de cuatro candidatos, como si fuera una audición para encontrar un papel en una obra de Broadway. 

El Tuca merece respeto y por si no lo saben quienes lo pusieron en esa cuarteta de posibles entrenadores, es bueno recordarlo: el segundo técnico más ganador de la historia del futbol mexicano con seis títulos de liga (1 con Chivas, 1 con Pumas, 4 con Tigres) sólo por detrás de Ignacio Trelles, quien logró siete títulos. Es además el entrenador con más partidos de Liguilla y más juegos de final en Liga MX, y por si fuera poco, el que más encuentros tiene con un solo club. 

La lealtad que le tiene a Tigres es evidente y plausible. El binomio con Miguel Angel Garza se ha convertido en el más exitoso de la historia de nuestro futbol y en esta organización es dueño y señor. Es decir, tiene autonomía, poder y sobre todo libertad profesional. Así que para qué meterse en un lío innecesario, y aunque la Selección lo necesite, ya sabe de lo que se trata. Dos veces interino —otra falta absurda de respeto— lo han llevado a recapacitar que el modelo “Selección Nacional” es desgastante. Pocos se recuperan de su paso por el equipo nacional, solamente Miguel Herrera lo ha hecho, aunque aún sin conseguir títulos ni con Xolos, ni con América.

Ferretti será de mal carácter, pero íntegro. Sabe que para tener éxito en la Selección se debe tener los mismos valores que lo han llevado a triunfar en Tigres: toma de decisiones autónomas y libres. Traicionarse en sus conceptos, como lo hizo Juan Carlos Osorio, no está en sus planes. Tuca pasará a la historia como el mejor entrenador del futbol mexicano sin ser técnico nacional, y tiene razón. No hay garantías para elegir rivales en partidos de preparación, así como tampoco existe independencia en la elaboración de las convocatorias, donde siempre hay presiones para poner a determinados futbolistas aún sin merecerlo. 

El ejemplo más claro fue el pasado Mundial de Rusia, donde nadie entendió la convocatoria de Giovani dos Santos ni mucho menos la titularidad de Javier Hernández. Imposición de coach mental y otros puntos que son difíciles de asimilar por un profesional exitoso como Ferretti. 

La FMF está en un problema grave, días difíciles, en los que recibieron el rechazo de sus dos hombres más deseados: Osorio y Ferretti. Ahora según las palabras de Tuca sólo quedan tres candidatos, sean quiénes sean deben buscar lo mismo, que los dejen trabajar sin imposiciones y caprichos. 

Yon de Luisa está a tiempo de cambiar todo esto. Es un hombre —al igual que Tuca Ferretti— de valores e integridad. Así que estará de acuerdo en revisar las condiciones con las que se venía trabajando y sin descuidar la parte comercial, dejar que el entrenador que elija tenga libertad plena de trabajo, de lo contrario seguirán viviendo lo mismo de siempre. 

 @gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses