La deteriorada imagen que dejaron Tigres y Xolos , la compusieron América y Guadalajara , esa es la diferencia entre los equipos grandes y los equipos que no entienden, —ni entenderán, por lo visto—, de lo que se trata el competir por títulos en torneos internacionales.

Después de escuchar alarmantes lugares comunes sobre el “supuesto crecimiento” de la Major League Soccer, que ahora ya era superior al futbol mexicano, Chivas dio un golpe de autoridad necesario por la coyuntura.

Estas comptencias no se tratan de otra cosa más que de ganarlas, jugando como sea, pero no es permitido para un futbol como el mexicano, perder el torneo de clubes más sencillo que existe en el planeta, diseñado para que sea un dual meet entre mexicanos y estadounidenses, y que generalmente, como los números lo dicen, termina imponiéndose la Liga MX a la luchadora y corredora MLS.

Es más, parece que todo se planificó para que la final fuera América vs Guadalajara , por cómo realizaron el sorteo y que seguramente, de darse este duelo, será la final más vista en la historia de la Concacaf , y sobre todo, la más pasional.

Lejísimos está la MLS de la Liga MX , y para quien diga lo contrario, la estadística es abrumadora. Desde que se creó la liga estadounidense, en torneos de la Concacaf han disputado 34 duelos de eliminación directa, de los cuales, solamente los de la MLS han ganado cinco, dos de éstos en 2018. Durísima realidad que solamente muestra la ignorancia que tuvieron los Tigres al enfrentar a un equipo como Toronto, que si bien es ordenado y disciplinado tácticamente, nunca será del nivel de los universitarios, a pesar de que los haya eliminado.

Por eso debe ser más frustrante para los regiomontanos. Porque cada vez que tienen la oportunidad de trascender internacionalmente fallan, ya sea por la evidente arrogancia mostrada en esta eliminatoria o por abrumarse como lo hicieron en la final de la Copa Libertadores frente al River Plate.

La diferencia entre América y Guadalajara con el resto de los equipos que intentan asomar la cabeza para competirles en grandeza es todavía muy, pero muy, pero muy lejana.

Qué razón tenía José Antonio Roca al decir que “los enanos nunca crecen”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses