No cabe duda de que en Mercedes AMG Petronas vivimos el Gran Premio de Canadá con mucho suspenso por la fortaleza que mostró Ferrari a lo largo del fin de semana y por el problema que encontró el equipo en el monoplaza de Lewis Hamilton antes de la carrera.

Fue muy interesante poder presenciar la forma en la que mi equipo trabajó para resolver esta situación. En cuanto los ingenieros encontraron la falla en la unidad de potencia tuvieron que desarmar el auto y llevar el motor a una cápsula en la que 10 de ellos trabajaron delicadamente con el tiempo contado para arreglarla. Era como estar presente en un quirófano, en el que cada minuto contaba para poder curar al paciente.

La dinámica de trabajo que hay en el equipo y la capacidad que tiene para responder ante las adversidades que se llegan a presentar en pista fueron clave para resolver la falla antes de la arrancada y darle las herramientas necesarias a Lewis para que pudiera salir a pista a darlo todo contra Sebastian Vettel .

El gran ritmo con el que Lewis avanzaba en la carrera mostraba que para las vueltas finales tendría la oportunidad de intentar el rebase sobre el alemán, quien por la fuerte presión bajo la que estaba se precipitó en la frenada de la chicana cometiendo un error que le costó muy caro: fue penalizado con cinco segundos y eso le daría automáticamente el triunfo a Lewis porque la diferencia en tiempo entre ambos era mucho menor y lucía imposible que Sebastian pudiera aumentarla.

Es cierto que no es lo mismo alcanzar, que rebasar, pero Lewis tenía todo para intentar superar al piloto de Ferrari; el británico llegó a ponerse a seis décimas de él y sus neumáticos tenían dos giros menos que los del alemán.

Aunque ganó la carrera tras la sanción a Vettel, estoy seguro de que a Lewis le hubiera gustado llevarse la victoria de otra forma porque no hay mejor sensación que pelear en pista por la victoria, pero al final fue justo eso lo que hizo durante toda la carrera. Y si no arriesgó en las últimas vueltas fue porque ponía en riesgo la victoria y no valía la pena jugársela.

Como piloto tienes que pensar más allá de tus impulsos y tu instinto ganador, y tienes que estar consciente de que una carrera es un trabajo en equipo; un error, no sólo lo pagas tú, sino las miles de personas que forman parte de la escudería.

Si algo nos queda claro después de esta fecha es que Ferrari está despertando y que la lucha por el campeonato ya no será solamente entre dos pilotos como la ha sido en esta primera tercera parte de la campaña.

Sé que los resultados de nuestro equipo han sido extraordinarios, pero apenas llevamos siete fechas. Muchos podrán estar prediciendo que Mercedes AMG Petronas ya ganó por la gran diferencia que hay en el campeonato, pero no es así.

El título no se gana hasta que tienes el resultado amarrado en la mano, por más ventaja que exista, y entre más carreras pasan más creo que Ferrari empujará con mayor fuerza.

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