“Uno nunca debe meterse a un lugar si no sabe cómo va a salir”, señala Iván Farías en su novela Un plan perfecto, publicada por Grijalbo, del grupo Penguin Random House, en la Ciudad de México, en junio de 2017. En esta obra, una novela negra desde luego, el autor nos presenta a cada personaje y el origen de la fatalidad que costará vidas, provocará situaciones inexplicables y terminará por reunirlos en ese punto de quiebre que es la vida. Puedo decir también que es una radiografía de los políticos corruptos del país, incluyendo sus fiestas, su gusto por las mujeres y su absoluta carencia de ética. “En la maña, el tiempo lo cura todo”, asegura Farías, algo que los mañosos seguramente saben.

Iván Farías, que nació en la Ciudad de México en 1976, tiene un estilo directo. Cuenta lo que importa. Para suavizar utiliza música y menciona películas que ya son parte de nuestra cultura visual. En esta novela, la mayoría de los personajes secundarios son mujeres hermosas, sexosas y dispuestas a dar pasos adelante, así las lleven al mismísimo infierno. Diego Rodríguez, el Soñado, es un delincuente con un largo historial, ha sido ladrón domiciliario y ha trabajado de chofer con ambiciosos políticos sin escrúpulos. Ahora tiene Un plan perfecto que lo llevará al retiro; pero antes, se ve obligado a participar en un operativo que por poco lo rebasa. Danilo Zempoaltecatl, es un avezado operador político que trabaja para ser gobernador de su estado, un tipo al que usted jamás invitaría a su casa a cenar. Julio Einsenman es un joyero que tiene su tienda en Polanco, un guapo que cuida su cuerpo en un gimnasio, suertudo con las mujeres y que se ha sacado la rifa del tigre. Hay un momento en que los tres coinciden, ¿qué creen ustedes que pasa? No me perdonarían si se los contara.

Farías es un narrador paciente. Concienzudamente elabora cada perfil a partir de lo más notable de los personajes. El Soñado es un delincuente que tiene una marca indeleble: el recuerdo de su padre que le enseñó algunos fundamentos básicos para ser un bueno hombre y relacionarse adecuadamente. “La gente sólo confía en alguien que es igual a sí misma”, le reveló en algún momento de su juventud; también le indicó un principio que me parece muy curioso, y la verdad, me ha hecho reflexionar sobre el asunto: “La gente siempre confía en un par de zapatos limpios”. Aunque su vida en algún momento se torció, Diego nunca deja de lado estos rudimentos; estos recuerdos lo acercan a Tlaxcala, una ciudad que su papá amaba y cuya presencia no es frecuente en la literatura mexicana. Aquí el autor la presenta en pleno carnaval, con danzantes enmascarados y como un lugar de fiesta y grandes tradiciones. Una ciudad donde la violencia tiene otros nombres. Sin embargo, el Soñado conoce un día a Danilo Zempoaltecatl, eso lo llevará a nuevas experiencias donde su templanza se expone a numerosas pruebas.

Por supuesto que en esta novela se come y se bebe. No olviden que la novela negra siempre ofrece un registro puntual de este importante aspecto de las épocas y de las ciudades. Si el francés Maximilien Heller y el inglés Sherlock Holmes eran adictos al opio, imaginen lo que campea en esta historia; pero eso lo descubrirán ustedes, sólo les contaré que corre bien el whiskey, el tequila y la cerveza, uno de ellos desayuna huevos con acelgas con pan parmesano y ajo con café, y comen carne asada, costillas cocinadas en Polanco y quesos: Edam, curado de tres leches, curado de oveja, Monterrey Jack, Provolone, Mozzarela, Chihuahua, así como aceitunas verdes, kalamatas y anchoas. Si usted es de buen diente, pues seguro ya está pensando en dar una vuelta por su refrigerador. Adelante, comer y beber es la mejor manera de celebrar la vida. Aparte de eso, disfrutarán la lectura de Un plan perfecto. Iván Farías tiene oficio, se percibe que maneja ideas claras sobre la efectividad de los procesos creativos de la novela negra, que exigen conocimiento, malicia, maneja del lenguaje y una dosis importante de imaginación. Cuando un autor intenta variedad de puntos de vista como ocurre aquí, merece nuestra atención. En la novela mexicana el riesgo es vida, es garantía de que estamos ante un novelista que se toma en serio y de esa manera lo debemos considerar. Ya me contarán su experiencia con este trío de personajes y sus acompañantes, y que esas inquietudes duren toda una vida.

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