Los índices de violencia que se han disparado en distintas zonas de México son resultado, de acuerdo con estudiosos del tema, a la impunidad y a la colusión que se da en muchos casos entre bandas criminales y las corporaciones policiacas. No son raros los casos en los que elementos del cárteles del narcotráfico literalmente toman posesión de policías municipales. El caso más reciente ocurrió a principios de mes en San Martín Texmelucan, Puebla.

EL UNIVERSAL presenta hoy un video en el que se exhibe a dos elementos policiacos de la Ciudad de México recibir dinero de presuntos narcomenudistas en una vecindad del Centro Histórico, reconocida por la propia autoridad como foco rojo del narcotráfico, pues en ese sitio se distribuyen drogas 24 horas al día. Informes oficiales refieren que en ese sitio se venden narcóticos al menos desde el año 2000. Han transcurrido casi dos décadas y la situación no ha variado.

En las imágenes se identifica al jefe de grupo René Domínguez Sánchez y al policía de Investigación Juan Pedro Bernal Ramírez en el interior de la vecindad, ubicada en la calle Jesús Carranza. Ahí dialogan con presuntos narcomenudistas, quienes al final entregan un fajo de billetes. ¿Cuántas veces a la semana o al mes reciben el soborno para que la delincuencia tenga vía libre en su actividad?

En este espacio se ha comentado cómo la capital perdió su condición de oasis que tuvo durante varios años en medio de la ola violenta que se registró en distintos puntos del país. En los últimos años han aumentados los índices de robo, pero principalmente el de homicidios dolosos. En 2017 la CDMX registró la cifra más alta de homicidios dolosos en 20 años.

Para llegar a una situación que en ocasiones parece fuera de control, tenía que haber otros factores que sólo una mayor presencia de bandas delictivas.

El video en cuestión presenta lo que de manera clara es otro elemento: la complicidad entre policías y criminales. A cambio de dinero se permite la comisión de ilícitos. ¿Qué es del control policiaco y de la profesionalización de sus elementos? Los exámenes de confianza, si se aplican, por lo visto están sirviendo de muy poco.

Desde la parte oficial, se atribuía el elevado índice delictivo a la liberación de reos beneficiados por el sistema de justicia penal que entró en vigor en 2016.

Probablemente ese fue un factor, pero es necesario que se asuman y se corrijan todas las fallas que puede haber dentro de las instituciones encargadas de impartir seguridad.

Permitir que la corrupción se extienda equivale a que un tumor canceroso invada un cuerpo sano. Las consecuencias pueden ser funestas.

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