La presión la colocaron en la mesa del presidente de la Coparmex, Gustavo De Hoyos a la par del presidente de la comunidad estadounidense en México Larry Rubin.

La exigencia hablaba de ubicar la tasa máxima del Impuesto sobre la Renta en 20%… un punto menos de lo que aprobó el Congreso del país del norte.

Actualmente está a nivel corporativo alcanza 37%, lo que implicaría una reducción de 7 puntos, en un escenario en que los expertos calculan que por cada uno de ellos se mermaría la recaudación a 44 mil 100 millones.

Sin embargo, para el sindicato patronal el gobierno sí tiene margen de maniobra.

El golpe representaría aproximadamente 750 mil millones de pesos, frente a los 640 mil que representa para el país de pago anual del servicio de las deudas internas y externas.

La compensación a juicio del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado llegaría por la vía de cargarle la mano al consumo en un escenario a una concesionaria en que por cada punto adicional se recaudarían 50 mil millones de pesos.

La primera parte llegaría al desaparecer la tasa cero para alimentos y medicinas.

El gran problema, naturalmente es que la posibilidad implicaría un golpazo político para el gobierno en plena temporada electoral, justo cuando han salido trapitos al sol respecto al manejo discrecional del Ramo 23 del presupuesto y los excesos en materia de gasto de la Presidencia de la República respecto a lo aprobado por el Congreso.

A bote pronto el gobierno había planteado que la balanza, en relación a la posibilidad del retiro de inversiones a México para volar a Estados Unidos o el desaliento para las que estaban en curso se equilibraría con los estímulos que se ofrecen de cara a las zonas Económicas Especiales.

Lo cierto es que a pesar de la insólita catarata de treguas en el pago de impuestos federales y locales las grandes apuestas llegarían solo a la madurez del proyecto, que a China tardó más de 15 años.

En el caso del país de allende el Bravo, aunque el eje se ubica en la baja del ISR, también existen otros dulces por ejemplo la eliminación del impuesto sobre las inversiones netas a tasa de 3.8% aplicable a quienes ganan más de 260 mil dólares al año.

Naturalmente está en marcha una amnistía fiscal, permitiendo el regreso de capitales golondrinos cubriendo una tasa de sólo ocho por ciento.

Por lo pronto el gasolinazo dosificado mantiene en alerta a la población, lo que evitaría jalar más recursos por esa vía.

¿Tendrá Hacienda la receta mágica?

Balance general

. En su Informe al Congreso correspondiente al cuarto trimestre del año, la Comisión Nacional del Sistema del Ahorro para el Retiro advierte que los próximos años hará explosión el problema del faltante de reservas para atender la llamada “generación de la transición”, es decir los trabajadores públicos y privados sujetos aún al nuevo régimen.

Hasta hoy el gobierno ha venido subsidiando a universidades públicas y gobiernos municipales, además del IMSS y el ISSSTE para evitar el colapso. Sin embargo, la oleada de solicitudes de retiro se volverá más intensa el próximo lustro.

Aunque Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad pudieron renegociar sus esquemas de cara a las nuevas generaciones, el problema apunta a los derechos adquiridos de los trabajadores.

De acuerdo al Inegi, hasta 2016 había 9.6 millones de mexicanos mayores de 65 años, de los cuales sólo el 31%, es decir 2.9 tenía una pensión.

¿Seré yo? Aunque la Comisión Federal de Competencia Económica no da por menores, la certeza habla de que su investigación sobre posibles prácticas monopólicas absolutas en venta de acero al gobierno involucra sólo a empresas nacionales.

Estaríamos hablando de colusión para repartirse contratos.

El procedimiento se abrió a denuncia de una de las firmas del sector.

A partir de la oleada de importaciones chinas, tras una reducción drástica del arancel o impuesto de importación, las firmas locales exigieron que las compras del gobierno se canalizaran solo hacia licitaciones nacionales. Ahora que ninguna entidad federal compra directamente el acero.

Oro Negro

. Complicado el concurso mercantil en que se ubica la empresa de servicios petroleros Oro Negro por la irrupción en calidad de dueña de las plataformas con que opera de firmas o fondos de Singapur, el escenario coloca en peligro la recuperación de las inversiones realizadas con fondos del Sistema del Ahorro para el Retiro.

El volado, colocado por las administradoras de fondos para el retiro Banamex y Sura, se calcula en 8 mil millones de pesos.

El financiamiento se otorgó a través de los llamados Certificados de Capital de Desarrollo. La firma le jugó con todo a la reforma energética adquiriendo cinco plataformas marítimas para perforación, ubicándose en situación de quiebra primero ante el estiaje del mercado, y luego ante una y otra bajas unilaterales la renta pactada en contratos obtenidos con Petróleos Mexicanos.

Novena entrada

. Con escasas posibilidades de final feliz se está realizando en el país la novena ronda de negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea. El temario abarca desde el capítulo de propiedad intelectual hasta los contratos públicos pasando por mecanismos novedosos de solución de controversias. Sin embargo, se mantiene en la mesa el capítulo de las denominaciones de origen y el de corrupción.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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