En el primer caso la intención es meter la reversa frente a una modificación a la Ley Federal del Trabajo que vuelve corresponsables a las empresas contratantes de las violaciones de ley de las contratadas.

En el segundo se busca eliminar todas las restricciones para abrir el escenario a la subcontratación, lo que colocaría una alfombra para extender la actividad a todos los campos de una empresa.

Lo que se abrió como alternativa para actividades específicas, con punta de lanza en limpieza, se ha ido extendiendo a la contabilidad, la administración y hasta la producción. En algunos casos empresas multinacionales subcontratan vía outsourcing hasta a los altos ejecutivos, con la novedad de que las firmas son creadas por ellas mismas.

Lo curioso del caso es que la iniciativa de ley para ampliar el escenario la presentaron dos legisladores priístas, senadores ambos, con tareas anexas de dirigencia sindical. Estamos hablando de Isaías González Cuevas y Tereso Medina Ramírez.

El primero es dirigente de la Confederación Regional de Obreros y Campesinos; el segundo del Sindicato de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos afiliado a la CTM.

La iniciativa se presentó el 7 de diciembre del año pasado, con pretensión de reformar cinco leyes en la materia bajo el marco de justicia laboral, oculta en el cobijo de la creación del Instituto Laboral de Conciliación y Registros Laborales.

De la gravedad del gol para la causa obrera está un deslinde del propio dirigente de la Confederación de Trabajadores de México, Carlos Aceves del Olmo, señalando que Medina sería sancionado, tras calificarse la reforma como lesiva para los trabajadores.

“La iniciativa, dijo el dirigente, es buena para el secretario del Trabajo, no para nosotros. No es bueno nada sin que no se haya consultado antes de darse a conocer a la opinión pública”.

El sindicato de Medina, actual líder del Congreso del Trabajo, presentó hace unos meses un recurso jurídico contra la Secretaría de Economía frente a su pasividad ante a la llegada de una avalancha de acero chino con precio “dumping”, con la novedad de que fue el único que fue aceptado a pesar de que media docena de empresas siderúrgicas habían hecho lo propio.

Lo grave del caso en el tema del outsourcing es que la iniciativa ya produjo ruido en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

De acuerdo con El Financiero, la poderosa central sindical de Estados Unidos, AFC-CIO externó su descontento con la posibilidad que a su juicio debilitará la posición de los sindicatos mexicanos para negociar mayores salarios.

El proyecto de ley, dijo, limitara la libertad de asociación y alentará el trabajo precario.

La posibilidad de una norma para regular el outsourcing se abrió en marzo del año pasado, convocándose en consulta a las principales empresas del ramo, quienes no han logrado la unanimidad, entre otras causas por celos del crecimiento de una de ellas.

La alternativa buscaba hacer efectiva, entre otros puntos, la reforma a la Ley Federal del Trabajo que corresponsabiliza a las empresas contratantes de las irregularidades cometidas por las tesorerías.

El común denominador de éstas habla de soslayar la exigencia de inscripción de los trabajadores a la seguridad social.

Autogol de la CTM.

Balance general.

En un tweet, contestado por el director general de organismo, Tuffic Miguel, el presidente Enrique Peña Nieto aludió a los 75 años del Instituto Mexicano del Seguro Social cumplidos el viernes pasado. En 140 caracteres, pues, se recordó el inicio de la primera instancia de su tipo en América Latina.

La fiesta se constriñó a la presencia del funcionario del organismo tripartita en la Lotería Nacional, en el marco del Sorteo Conmemorativo de la fecha. Ni reunión solemne del Consejo, ni remembranza de los avatares bajo las diversas administraciones.En un billete de lotería, pues, se plasmó la historia de un organismo con 23 millones de trabajadores afiliados con una cobertura que alcanza, a 74 millones de derecho-habientes, dos veces la población de Canadá.

Osa Goliath.

Al estallido del escandalo que colocaba a Oceanografía como responsable de un multimillonario fraude a Banamex vía créditos de factoraje, incautadas las instalaciones y activos de la firma contratista de Pemex, el principal barco de la firma logró sortear el cerco. Osa Goliath, un navío de proporciones colosales, se fue costeando hasta llegar a la isla de Aruba. En la huida, ordenada por la empresa que lo había colocado en arrendamiento con opción de compra, tuvo tiempo de colocar en la borda materiales, tubería, equipos, que le pertenecían a Petróleos Mexicanos, cuyo valor se calculó en 200 mil dólares.

El caso es que la autoridad de la isla, con perfil de paraíso fiscal, decidió detener el banco y darle parte a las autoridades mexicanas, subrayando la carga que llevaba sin ser de su propiedad.

Finalmente, el barco salió de las costas del país caribeño con proa a Estados Unidos, pero la carga se quedó sin que hasta hoy se haya hecho nada para reclamarla. La paradoja del caso es que el barco, pagado en parte por Oceanografía, no fue incluido en la masa de la quiebra por el juez del Concurso Mercantil de la firma, Felipe Consuelo Soto, y hoy lo está reclamando el síndico asignado.

Propuestas de candidatos. Mañana, en el marco de la reunión habitual del Consejo Directivo de la Concamin, los tres aspirantes a suceder a Manuel Herrera en la presidencia estarán en la pasarela para plantear sus propuestas y delinear su programa de trabajo.

Ahí llegarán Francisco Cervantes, expresidente de la Asociación de Industriales del Estado de México; Gustavo Arballo, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, y Rodrigo Alpízar expresidente de la Canacintra.

El primero y tercero juran y perjuran tener la promesa de voto de una mayoría de las Cámaras confederadas, aunque se sabe que las principales se inclinan por Cervantes, es decir las de Monterrey, Jalisco, el Bajío y los estados fronterizos.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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