Por Óscar Colorado Nates*

Hace algunos años se creó el Joint Photographic Experts Group (JPEG) encabezado por el profesor Touradj Ebrahimi de la École Politechnique Fédérale de Lussane. Su misión era crear un estándar de formato para archivos de imagen específicamente fotográfico que preservara la calidad de imagen al tiempo que pudiera comprimir el tamaño de los archivos. El resultado fue tan exitoso que durante años hemos utilizado la terminación .JPG en nuestros archivos fotográficos, un formato universal que puede ser leído en cualquier plataforma. Esto es mucho decir, pues sabemos que un archivo RAW sin procesar no puede ser visualizado correctamente sin los drivers adecuados. Sin embargo, los archivos JPG pueden ser desplegados sin problema en cualquier dispositivo, página web, etc.
Aunque el JPG ya tiene sus añitos y han surgido formatos que han buscado ser más eficientes, el venerable algoritmo de compresión sigue tan campante hoy como en 1992 cuando fue oficialmente presentado en sociedad.

 ¿Y cuando se hace video?

Ahora bien, con la llegada del video 4K el asunto se ha tornado complicado. Hacer una fotografía de alta resolución implica un archivo manejable aún con los estándares actuales de cámaras con 24 megapíxeles. Pero el video 4K implica, para comenzar, cuatro veces más información que el video full HD. Eso ya pone en apuros a microprocesadores, tarjetas gráficas y sistemas de almacenamiento. Si, además, el videógrafo graba a 60 cuadros por segundo, el asunto se vuelve todavía más rudo.
Por eso el grupo de expertos JPEG ha puesto las manos a la obra para crear un nuevo estándar de video llamado JPEG XS. La misión de este formato es disminuir el tamaño de los archivos para poder hacer más eficiente el transporte de video de alta resolución sin pérdida de calidad a través de Wi-Fi o redes celulares 5G. Esto nos importa a todos porque es la posibilidad de ver un video 4K a través de Netflix desde el celular sin acabarnos, en un parpadeo, nuestro plan de datos.

Mucho más que Netflix

La necesidad de archivos más eficientes de video implica mucho más que ver una película en el dispositivo móvil. Existen ciertas aplicaciones que son muy sensibles a la velocidad de transmisión. Dos ejemplos: los drones y los automóviles que incorporan cámaras que ayudan a que se auto-conduzcan de manera autónoma. Ese retraso en la transmisión de video que se conoce como “latency” (no sé si “latencia” sea un término adecuado en español, llamémosle demora o retraso) es crucial en estas circunstancias.
El clásico formato .JPG para imágenes fijas seguirá siendo el rey pues, aunque el propio grupo de expertos JPEG ha intentado crear algoritmos más eficaces, su difusión e incorporación por parte de la industria ha sido limitada. De modo que la muerte del JPG es un mito.
Sin embargo, este nuevo formato de video JPEG XS podría impactar favorablemente nuestras vidas de forma tan silenciosa como importante. Ya veremos si la industria entera de la imagen se acopla y adopta esta nueva norma para los archivos de video.

OC

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Óscar Colorado Nates, editor de es crítico, analista y promotor de la fotografía. Miembro de y fundador de. Doctorando por la Universidad Complutense de Madrid; catedrático de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana (CDMX).

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