Loco, loco, pero Trump nos midió muy bien para la renegociación del TLCAN. Tan bien que ha llevado al tratado a un punto muerto en la ruta de lo que siempre ha sido su objetivo estratégico: darle sepultura. Y así como midió los temas que hoy lo tienen en agonía y los perniciosos efectos que su cancelación traería a la economía mexicana, seguramente calculó y descontó los daños que inevitablemente traerá a la estadounidense. Hoy, a como están las cosas tras concluir la cuarta ronda de negociaciones, el loco Trump nos ha puesto en la disyuntiva de ceder a sus pretensiones o romper con el tratado.

Estos son los cinco puntos que Washington puso en la mesa negociadora de Arlington:

1. Imponer al TLCAN un plazo quinquenal de caducidad. Las partes determinarían cada cinco años si el tratado continúa. Para México y Canadá es inadmisible porque no daría seguridad y confianza a la inversión.

2. Reglas de origen. El ejemplo más claro está en la industria automotriz. Hoy el TLCAN le permite a EUA aportar el 62.5% de los quince mil componentes con que se arma un automóvil. Trump pretenden que aumente a 85%. Aceptarlo implicaría un golpe severo a la industria automotriz establecida en nuestro país, si tomamos en cuenta que, en 2015, el peso de las exportaciones en el producto interno bruto representó 32.21%. De ese porcentaje, 81.2% fueron exportaciones a EUA. Y, de ellas, 37% correspondieron al sector automotriz.

3. Endurecimiento de medidas anticorrupción. Único punto éste en el que nuestro país no solo podría ceder, sino que debería hacerlo, aunque quién sabe si el gobierno esté dispuesto.

4. Cupos de exportación de productos agrícolas con un planteamiento central: los que produzcan California y Florida, no podrá exportarlos México. Y esto a pesar de que hace tres meses, para facilitar el inicio de las rondas negociadoras, nuestro país aceptó reducir algunos de sus cupos.

5. La solución de controversias. Hoy, como parte del TLCAN, son llevadas a tribunales trinacionales. Trump pretende que ahora sean atendidas por cortes locales. México y Canadá tampoco lo aceptan.

Para acabarla, el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer dejó claro que es inaceptable negociar punto por punto. O sea, pretende el paquete completo.

La depreciación que el peso ha tenido durante los días recientes frente al dólar refleja el nerviosismo del mercado ante la eventual cancelación del tratado. Y no es para menos: el TLCAN se convirtió en la piedra angular de nuestro comercio exterior. Considérese que en 1994 exportamos 50 mil millones de dólares y en 2016 casi 374 mil millones de dólares. Con el TLCAN han aumentado 646 por ciento nuestras exportaciones.

En relación con ese tamaño habrían de calcularse los efectos de su cancelación. El Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, que encabeza el maestro Ignacio Martínez Cortés, recuerda que los intercambios con EUA representan el 26.5% del producto interno bruto. Sus proyecciones estiman que, con el fin del TLCAN, el PIB caería 1.7%. Sí el más reciente pronóstico del FMI proyecta un crecimiento para México de 1.9% en 2018, semejante caída significa que nuestra economía solo crecería 0.2% el año entrante. Todo eso sin contar otras variables como la salida de Agustín Carstens del Banxico el próximo 30 de noviembre y las complicadas elecciones presidenciales.

Con el loco de Trump y su aversión al TLCAN nos estamos jugando el futuro del país de los próximos quince años.

INSTANTÁNEAS. 1. OTRA. Hay dos puntos por los que cruzan los siete grandes corredores de nuestro comercio internacional: Ecatepec y Coatzacoalcos. Ambos están entre los más inseguros del país. Están asolados por la delincuencia.

2. CUENTAS. El procurador de la Ciudad de México, Edmundo Garrido, deberá explicar ante la Contraloría, ante su jefe Miguel Ángel Manera y quizá ante las autoridades penales, por qué la Fiscalía Antisecuestros dejó en libertad a Víctor Hugo Ávila, El Huguito, lugarteniente de Roberto Moyado, El Betito, considerado el sucesor de Francisco Javier Hernández Gómez, Pancho Cayagua, fundador del cártel Unión Tepito, ejecutado el 13 de octubre pasado.

3. FORCEJEO. El pasado fin de semana, AMLO le envió a Ricardo Monreal desde Zacatecas, tierra del hoy delegado en Cuauhtémoc, el mensaje de que no se salga de Morena. Monreal no ha respondido, al menos públicamente. Mientras, el nuevo líder del PRI en la CDMX, el ex gobernador del Edomex, Eruviel Ávila anda tras los pasos de Monreal para incorporarlo, con la camiseta tricolor, a la lucha por la Jefatura de Gobierno de la capital del país. ¿Se irá de Morena? ¿Volverá al PRI? Monreal sigue deshojando la margarita.

rrodriguezangular@hotmail.com raulrodriguezcortes.com.mx @RaulRodriguezC

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