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Consuelo Juárez

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Miguel Ángel Garnica

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Eduardo Gómez

-¿Tú sabes en dónde vivió Porfirio Díaz durante su mandato?

-Pues en Los Pinos, ¿no?-, responde el joven de 17 años quien pasea tomado de la mano de su novia

-Los Pinos no existía.

-¿No? ¿En Bellas Artes?

Los Pinos, Palacio Nacional, La Roma, París, y “Aquí en el centro, ¿no?”, son las respuestas de algunos mexicanos que caminan por la calle Venustiano Carranza del Centro Histórico de la Ciudad de México. La última respuesta y el Castillo de Chapultepec, fueron las más acertadas, aunque inexactas.

El General Porfirio Díaz se levantaba diario, sin perder costumbre, a las seis de la mañana en punto. Realizaba ejercicio o bien salía a dar un paseo en caballo. Después de esto, tomaba el desayuno y entre las siete y ocho de la mañana, salía del número 8 de la calle de Cadena, hoy Venustiano Carranza, en el Centro Histórico de la Ciudad de México hacia Palacio Nacional.

Durante esta época electoral hemos escuchado a uno de los candidatos decir que en caso de ganar la Presidencia, él y su esposa rentarán una casa en el Centro Histórico de la Ciudad de México, cerca de Palacio Nacional y que la residencia oficial de los presidentes, Los Pinos, pasará a ser un lugar abierto al público para promover actividades culturales.

La idea ya no se piensa tan extraña si recordamos entonces que Don Porfirio fue el primero en ponerla en práctica al rentar una casa de dos pisos, en el corazón de esta ciudad y que compartió con su esposa -constantemente se le realizaban modificaciones, según cuentan- hasta el fin de su mandato.

Patio de la casa del General Porfirio Díaz. 6 Siglos de Historia Gráfica de México. Foto: Gustavo Casasola/ Especial.
Patio de la casa del General Porfirio Díaz. 6 Siglos de Historia Gráfica de México. Foto: Gustavo Casasola/ Especial.


Fue la fachada de ese domicilio la que vio partir a Don Porfirio hacia sus diligencias y lo cobijó durante el tiempo de su mandato, función compartida con el Castillo de Chapultepec en el que Porfirio la pasaba de vez en cuando en sus días de descanso o bien en ocasiones especiales.

El 14 de diciembre de 1908, el General Porfirio Díaz regresó a la capital después del viaje que realizó para inaugurar el ferrocarril de Guadalajara a Manzanillo. Para recibir al mandatario, relató dos días después el periódico La voz de México, la Comandancia Militar organizó la formación de una valla “desde la estación del Central, en Buenavista, hasta la calle de Cadena, residencia del Señor Presidente, para que le hicieran los honores de ordenanza…”

Así llegó aquella ocasión Don Porfirio a su “casa de Cadena, en su elegante automóvil”, precedido por una descubierta de caballería y las notas del Himno Nacional mezclándose con el júbilo del pueblo que observaba su camino.

Aquella casa fue también anfitriona de importantes celebraciones para el general y vio desfilar a distinguidas personalidades de la sociedad que formaban parte del “círculo de amigos” de Don Porfirio. Tal fue la ocasión en la que una tarde de jueves de 1906, varias personas atravesaron las puertas del número 8 de Cadena con el pretexto de felicitar al presidente y a su esposa por sus bodas de plata.

Casa de Porfirio y la calle de Cadena, hoy Venustiano Carranza. Foto: Mediateca del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH.
Casa de Porfirio y la calle de Cadena, hoy Venustiano Carranza. Foto: Mediateca del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH.


En esta visita, relató La voz de México, le fue entregado a Doña Carmen un ramo de flores unidas por un anillo de oro que rezaba “Homenaje del Círculo de Amigos del Señor General Porfirio Díaz a la señora Carmen Romero Rubio de Díaz”, en un discurso presidido por el gobernador del Distrito, Guillermo de Landa y Escandón.

Después de los días de esplendor del Castillo de Chapultepec cuando Maximiliano y Carlota lo habitaron, el presidente Benito Juárez lo dejó en un total abandono. Al recibir el General Díaz la presidencia, comenzó a realizar mejoras y adaptaciones, incluyendo un elevador eléctrico, que conectaba la “planta baja” con la planta subterránea, en donde se encontraba el boliche, la cocina, bodegas y cuartos para los “sirvientes”.

El castillo de verano

Además se añadió un comedor de lujo, caballerizas y cocheras y se adaptaron las habitaciones para Don Porfirio y su familia; sin embargo, toda esta opulencia tenía sentido sólo durante el verano, cuando el mandatario cambiaba brevemente de residencia, de la calle Cadena a Chapultepec para pasar la temporada y cuando se realizaban bailes, fiestas y banquetes, en ocasiones especiales.

En la actualidad, el Museo Nacional de Historia exhibe una recreación de su habitación con los muebles originales.

Porfirio Díaz siempre vivió en una casa rentada del Centro
Porfirio Díaz siempre vivió en una casa rentada del Centro

Fotocomposición, arriba fotografía del General Porfirio Díaz, abajo fachada de su casa en la Calle de Cadena número 8, hoy Venustiano Carranza.

Si bien la casa de la calle Cadena no se caracterizaba por la opulencia del Castillo, fue testigo de muchas anécdotas del presidente durante sus siete reelecciones. Sus triunfos y alegrías hicieron historia dentro de esta casa, así como sus enfermedades, preocupaciones, y al final, su derrota.

La despedida de Porfirio

El 21 de mayo de 1911, sobre todo el territorio mexicano se vivieron reacciones de júbilo, pues se habían firmado los tratados de Ciudad Juárez y lo único que se esperaba era la .

Después de más de 30 años de ocupar la silla presidencial, el 25 de mayo de 1911, bajo la presión de las revueltas que se habían suscitado para exigir su dimisión a lo largo de la capital, Porfirio Díaz presentó su renuncia a la presidencia, misma que fue aceptada por la Cámara de Diputados. Don Porfirio fue presidido inmediatamente por el secretario de Relaciones, Francisco León de la Barra, quien rindió protesta como presidente interino.

Porfirio Díaz siempre vivió en una casa rentada del Centro
Porfirio Díaz siempre vivió en una casa rentada del Centro

Grupo de gente dirigiéndose enojada a protestar a casa del General Díaz en la Ciudad de México. 6 siglos de historia gráfica de México. Gustavo Casasola, 1911.

Respecto a la abdicación, la opinión estaba dividida. Muchos alababan su decisión, tal como lo relataban los diarios de la época, afirmando que era lo correcto para cumplir su deber con la nación, y como un acto de arrepentimiento por los errores cometidos durante su mandato.

Sin embargo, el periódico El Tiempo aseguró que “no fue por salvar a la sociedad, fue por salvar su vida, que corría gravísimo riesgo si prolongaba su estancia en el poder”. Sobre esto, el escritor y cronista Héctor de Mauleón relató recientemente en un texto de EL UNIVERSAL que un día antes, el 24 de mayo de aquel año, la gente salió furiosa a las calles a romper escaparates, saquear tiendas y “gritar ‘mueras’” a Don Porfirio, quien se encontraba en su domicilio sufriendo por una infección de muela.

El periódico El Tiempo aseguraba que el dictador disponía de soldados y cañones para defenderse en su mismo domicilio, pero si bien dejaba la calle de Cadena repleta de muertos, al final, su propio cadáver se les uniría.

Porfirio Díaz siempre vivió en una casa rentada del Centro
Porfirio Díaz siempre vivió en una casa rentada del Centro

Militares protegiendo la casa de Porfirio Díaz, horas antes de su renuncia. Mediateca INAH,1911.

Cual fuese la razón, en la madrugada del 26 de mayo un desfile de carros se estacionó frente a la casa de la calle Cadena. Fue esa la última vez que el ex presidente vio aquella fachada, pues abordó uno de los coches en compañía de su esposa y familia hacia el ferrocarril que lo llevaría hasta el puerto de Veracruz. Allí lo despidieron amigos y partidarios mientras él abordaba el “Ipiranga” barco que lo conduciría a España, al exilio.

Porfirio Díaz siempre vivió en una casa rentada del Centro
Porfirio Díaz siempre vivió en una casa rentada del Centro

Porfirio Díaz es despedido en Veracruz por sus amigos y allegados. 6 Siglos de Historia Gráfica de México. Gustavo Casasola, 1911.

Hoy, sobre la calle Venustiano Carranza no quedan pruebas de la existencia de esta casa que fue demolida a mediados del siglo pasado. En el terreno fue construido un edificio que fue sede de BBVA Bancomer, después sólo una sucursal y, en la actualidad, es un edificio que alberga una tienda de ropa y un estacionamiento público, sin una placa en la fachada que recuerde a los transeúntes que uno de los presidentes más emblemáticos de México vivió en aquella calle.

Nuestra foto principal del año 1902, pertenece a la colección Villasana- Torres. Se observa la casa de Don Porfirio y algunos vehículos estacionados sobre la calle Cadena.

Nuestra imagen comparativa antigua pertenece al archivo de la mediateca del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH.

Fuentes:

De Mauleón Héctor, "El día más glorioso de México", artículo publicado en EL UNIVERSAL.

Casasola Gustavo, 6 Siglos de Historia Gráfica de México.

Periódicos El Tiempo, La Voz de México y El País, 1911, consultados en la Hemeroteca Nacional de México, disponibles en:

Inauguración de ferrocarril

https://bit.ly/2J4HIJo

Amigos de Porfirio en su casa de cadena para felicitarlo por sus bodas de plata

https://bit.ly/2sn44zs

Porfirio Díaz enfermo

https://bit.ly/2J2As0x

Cambio de residencia de Cadena al Castillo de Chapultepec

https://bit.ly/2H7CcnD

Renuncia de Díaz, partida al extranjero

https://bit.ly/2J1m1hl

https://bit.ly/2stKMaN

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