Ante la necesidad de conseguir un filtro de aire más eficaz para mejorar su calidad de vida y combatir su problema de asma, el mexicano Rubén Ramos diseñó varios prototipos que lo llevaron a la invención de un sistema de burbujas que no solo purifica el aire, sino que convierte el agua contaminada y de mar en potable.

La creación del sistema le llevó 20 años y mucho esfuerzo, pero no fue en vano, pues está seguro que su tecnología, BubbleTech , puede ser la solución para la crisis de agua que enfrenta el mundo.

La comercialización no ha sido fácil. Sin embargo, su perseverancia lo llevó a la implementación de la primera planta en Puebla, donde le dieron la oportunidad de potabilizar las aguas negras de la Central de Abastos .

Considera que ésta es una excelente oportunidad para demostrar que se puede obtener agua potable de las aguas residuales de casas, edificios e industrias, toda vez que la purificación mediante burbujas ayuda a la recuperación de agua con un 99.9% de pureza.

“La burbuja es una membrana acuosa que, al romperse, se mueve a velocidad supersónica. Rompe la velocidad del sonido y libera gran cantidad de energía, separando los contaminantes al perímetro de la burbuja”, explica.

El sistema también es ideal para desalinizadoras, industrias y casas. Incluso en China están interesados en implementarlo en los barcos pesqueros para filtrar agua de mar y que puedan lavar el pescado con agua dulce a bordo.

Beneficios potenciales

Menciona que, “por ejemplo, una refresquera al hacer un litro de su producto tira cinco litros de agua, pero podemos regresarlos a la línea de producción”.

Asimismo, “los edificios podrán reusar su agua, por lo menos, 10 o 15 veces ; de lo contrario, no habrá manera que la Ciudad de México enfrente la escasez. Ya demostramos que es una opción exitosa, viable y de larga vida”.

Acerca de la inversión, Ramos admite que, como todo inicio, resulta de alto costo. Sin embargo, a medida de que suba la demanda, bajará el precio.

“Actualmente, un sistema para filtrar mil litros por hora cuesta alrededor de medio millón de pesos, pero es una maquinaría que te durará, por lo menos, 30 años sin cambiar filtros y con mantenimiento mínimo”, reconoce.

Otra ventaja de este invento es que puede purificar el agua de mar y convertirla en dulce, al extraer toda la sal.

El proceso

Tras varios prototipos, Ramos obtuvo la patente en México, Estados Unidos y Europa en 2002. 13 años más tarde, logró el apoyo del Instituto de Ciencia y Tecnología en Electroquímica de Querétaro (CIDETEC) , el cual validó la tecnología.

En 2016, consiguió la certificación de la tecnología por parte del Centro de Investigaciones Electroquímicas de Querétaro (CIDETEQ) y el derecho de registro de la marca BubbleTech.

Y, hace unos meses, fundó el Centro de Investigación y Saneamiento del Río Atoyac (CISA) , en el cual se realizan procesos de purificación de agua que benefician a la Central de Abastos de Puebla , al Río Atoyac y a comunidades aledañas.

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nrv

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