La mayoría de los plásticos son derivados de hidrocarburos , por lo que la naturaleza física de esos materiales da como resultado que el proceso de degradación sea muy lento. Los sectores que mayor demanda tienen de estos materiales son el de los envases, el de la industria automotriz y el de equipos eléctricos.

En los últimos años, se han impulsado distintas investigaciones relacionadas con la obtención de plásticos a partir de materias primas provenientes de recursos renovables.

El doctor Carlos Peña Malacara , del Instituto de Biotecnología de la UNAM , destacó que el uso de bioplásticos es cada vez más común en el mundo, además de que su costo se ha reducido, por ejemplo, hace algunos años costaba 20 veces más un bioplástico que un plástico sintético, y en la actualidad esta diferencia ha bajado 4 a 1.

Un sector en donde el investigador y su equipo han incidido es la parte biomédica. Al respecto destacó que el consumo de plástico destinado a tecnología médica representa el 1% de la demanda mundial de plásticos.

Bacteria generadora de bioplástico

Dentro de sus principales líneas de investigación se encuentra el desarrollo de biopolímeros o plásticos biológicos cuya base es la bacteria Azotobacter vinelandii, la cual genera plástico de manera natural.

Esta bacteria vive en el suelo y desde hace 70 años se identificó que produce plástico de forma natural , por lo que la utilizan para generar bioplásticos. Por ejemplo, de ella se produce el polihidroxibutirato (PHB), así como otro polímetro extracelular de importancia comercial que es el alginato.

Gracias al conocimiento genético que tienen de la bacteria han podido modificarla con el propósito de forzarla para que genere grandes cantidades de bioplástico.

Estas cepas genéticamente modificadas primero se cultivan en cajas de Petri . Además, como parte de su trabajo de investigación, buscan conocer cómo responden estas células a los cambios del ambiente, por lo que a través de un trabajo de escalamiento pasan del trabajo en matraces a grandes fermentadores.

“Una de las ventajas es que son totalmente biocompatibles, no hay rechazo; cuando se colocan en el paciente”, precisa el investigador.

Algunas aplicaciones de estos bioplásticos dentro de la tecnología médica están relacionadas con la creación de hilos de sutura, stent para reconstrucción de conductos biliares, andamios para ayudar a la cicatrización, válvulas cardiacas y prótesis. Además, también serían útiles en el área de la ingeniería de tejidos.

Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM

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