Los viajes largos al espacio profundo, que conllevan una exposición a la radiación cósmica galáctica, pueden provocar daños y alteraciones funcionales en el tejido gastrointestinal de los astronautas, según un estudio publicado hoy y realizado a partir de una simulación con ratones.

Desarrollado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, en Washington, y divulgado en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) , el estudio busca arrojar luz sobre los efectos para la salud de los astronautas de misiones espaciales a lugares lejanos como Marte.

En el espacio profundo, los iones pesados como el hierro y el silicio son perjudiciales debido a su mayor masa en comparación con los rayos x o los gamma, que predominan en la Tierra.

"Con la tecnología de blindaje actual, es difícil proteger a los astronautas de los efectos adversos de la radiación de los iones pesados ", sostuvo Kamal Datta, profesor asociado en el Departamento de Bioquímica y líder de proyecto en el Centro de Investigación Especializado de la NASA en Georgetown (Washington).

Datta y su equipo usaron ratones para su investigación y algunos de ellos fueron expuestos a bajas dosis de radiación de hierro en un laboratorio de la NASA en Long Island (Nueva York).

Los ratones fueron examinados después en Georgetown y se descubrió que, a diferencia de los no expuestos a radiación y de los expuestos a los rayos gamma, las células intestinales de los que recibieron iones pesados no absorbían adecuadamente los nutrientes y formaban pólipos cancerosos.

La radiación de hierro afectó, además, a la migración de células que se necesita para reemplazar el revestimiento intestinal, lo que ralentizó el funcionamiento del tejido gastrointestinal.

"Cualquier alteración de este mecanismo de reemplazo conduce a un mal funcionamiento de procesos fisiológicos como la absorción de nutrientes y da inicio a procesos patológicos como el cáncer ", advirtió Albert Fornace Jr., coautor del estudio y director del Centro de Investigación Especializado de la NASA en Georgetown.

Según Fornace, aunque s e administró una dosis muy baja de radiación de hierro a los ratones durante el equivalente a una estancia de meses en el espacio profundo, sus efectos aparentemente son permanentes.

Tras exponer los efectos de la radiación cósmica en el tejido gastrointestinal de los astronautas , este equipo de expertos no descarta que también provoque daños o alteraciones en otros órganos.

"Es importante comprender estos efectos de antemano para que podamos hacer todo lo posible para proteger a nuestros futuros viajeros espaciales", concluyó Datta.

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