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Para apoyar al campo mexicano, la cadena de restaurantes Toks ha incorporado a su red de proveedores algunos alimentos artesanales hechos por pequeños productores.

El chocolate artesanal, la miel de abeja, la mermelada de fresa, la granola y el mole que venden en la zona de cajas provienen de pequeñas comunidades, y son alimentos sin conservadores, saborizantes o colorantes artificiales.

Pero además de los alimentos a la venta, en su menú también utilizan nuez caramelizada, café, cajeta, mole negro oaxaqueño, obleas de Xochimilco, así como vainilla para la marca Shake Shack, que procede de fabricantes locales.

Gustavo Pérez Berlanga, director de Responsabilidad Social y Proyectos Productivos de Toks, explicó que esta iniciativa nació en octubre de 2003 y el primer producto que incorporaron fue la miel de abeja Amuzga, originaria de la comunidad de Xochistlahuaca, Guerrero, donde se benefició a 48 apicultores, cada uno con 50 a 70 colmenas.

“A raíz de este proyecto nos adentramos en la realidad del campo mexicano y nos hizo mucho más sensibles y empáticos con ellos”, comentó Pérez Berlanga. “En 2003 el coyote les compraba el litro de miel a cuatro pesos y Toks se las empezó a comprar a 40”.

Los productores de miel venden hasta 6 millones de pesos anuales a la cadena de restaurantes.

Lo mismo ocurrió con la mermelada de fresa Santa Rosa, elaborada con esa fruta de la región de Santa Rosa de Lima en Guanajuato, una comunidad donde hay mucha migración de hombres a Estados Unidos. Gracias a proyectos de este tipo, las mujeres pueden crear su propia empresa y no depender tanto de las remesas.

En este caso, Toks ha comprado poco más de 42 millones de pesos en mermelada desde 2011.

El restaurante incluso logró conseguir recursos del Instituto Nacional del Emprendedor por 4 millones de pesos para los fabricantes de miel Amuzga y la mermelada de fresa Santa Rosa.

Además de la derrama económica que representa tener como cliente a Toks, la cadena de restaurantes se asegura que los recursos obtenidos por la venta de los productos se gasten en salud, educación, vivienda, vestido o servicios.

Para controlar este gasto, se les abren cuentas bancarias a los líderes indígenas y tienen que demostrar el uso del dinero, dijo Pérez Berlanga. El mole Doña Yolanda y la granola San Felipe son fabricados por la empresa Productos Nutricionales de Yolanda Meza, una productora mazahua del Estado de México, lo que ha beneficiado a siete productores desde 2005.

Toks también está buscando proveedores de naranja, papaya, melón, sandía, limón, piña aguacate y jitomate. Para la temporada navideña, en lugar de comprar esferas chinas, Toks adoptó a una comunidad indígena para que les fabrique los adornos.

Además, los árboles de Navidad provienen de Pinar de la Cima, una compañía ubicada en la carretera México-Cuernavaca dedicada al cultivo y renta de varias especies de árboles. Los arbolitos que se colocan en las tiendas están en maceta y después de 40 días en exhibición, se regresan al bosque.

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