Un posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en un entorno donde las tensiones geopolíticas con China prevalezcan, pueden favorecer a México en capitalizar en mayor medida el fenómeno del nearshoring, dijo el economista de mercados emergentes de AXA Investment Managers (IM), Luis López Vivas.
“De cara al futuro, las tensiones geopolíticas sostenidas, especialmente en caso de reelección de Trump, podrían exacerbar la pérdida de cuota de China, lo que potencialmente permitiría a México capitalizar aún más. Sin embargo, la competencia sigue siendo intensa, ya que otras naciones -especialmente las vecinas de China, como Vietnam- también han experimentado un aumento debido a la menor influencia de China".
En un análisis sobre las ventajas económicas regionales de México ante el nearshoring, el especialista recordó que a principios de 2018, antes de la aplicación de los aranceles de Trump al país asiatico, China tenía una cuota significativa del 22% en las importaciones estadounidenses. Sin embargo, con corte a febrero de 2024, esta cuota se ha reducido a aproximadamente un 14 por ciento.
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“Mientras tanto, México ha visto aumentar su cuota hasta 15.2% desde 13.2%, superando a China como principal fuente de importaciones de bienes de Estados Unidos”, dijo.
En ese entorno, dijo que detalló que más allá de la dinámica geopolítica, los retos logísticos siguen pesando mucho sobre los fabricantes estadounidenses. Los resultados de la encuesta de la Asociación Nacional de Fabricantes de Estados Unidos revelan que las preocupaciones relacionadas con la logística figuran entre los principales problemas del sector. Esto contrasta fuertemente con la situación previa a la elección de Trump en 2016, donde tales preocupaciones estaban ausentes.
“Una vez más, México puede posicionarse como respuesta a estos desafíos debido a su proximidad geográfica a los Estados Unidos y el acceso a su mercado a través del acuerdo comercial T-MEC”, dijo.
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El especialista añadió que durante la última década, México ha consumido sistemáticamente más energía de la que produce, a pesar de una importante reforma energética que tuvo en 2013. Este déficit se debe al envejecimiento de las infraestructuras, a una inversión insuficiente y a una política energética impredecible, lo que podría obstaculizar la capacidad del país para beneficiarse plenamente de las oportunidades de deslocalización.
En ese sentido, explicó que México se beneficia de una red de gasoductos de gas natural que lo conectan con Estados Unidos, garantizando una fuente de energía fiable y rentable. En junio de 2023, las importaciones de gas natural procedentes de Estados Unidos alcanzaron máximos históricos. El gas natural constituye ahora aproximadamente el 40% de la combinación energética de México.
“Se espera que esta tendencia continúe, dado que los precios reales del gas en Estados Unidos rondan actualmente los mínimos de la década. Por lo tanto, a pesar de los retos en el sector energético de México, no es probable que obstaculicen significativamente los esfuerzos de nearshoring en el país”, dijo.
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