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A sus 84 años de edad, el empresario Claudio X. González Laporte “trota” 3.5 kilómetros diariamente y, como pocos, puede decir que se ejercita 30 minutos con sus “rodillas originales”.

Aunque asegura que “no soy tremendamente tempranero”, afirma que en cuanto despierta prende el televisor para informarse de temas generales y económicos, para después revisar su iPhone.

“Veo a [Carlos] Loret de Mola para ver qué trae, luego me voy a CNBC en Estados Unidos y veo cómo están los mercados, y después veo qué tuiteó Donald Trump durante la noche y el amanecer”.

Aunque desde ahora sigue muy de cerca las declaraciones del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, sabe que a partir del próximo 1 de diciembre tendrá que agregar otra actividad más a su agenda, porque el político tabasqueño puede ofrecer conferencias de prensa a las 6 o 7 de la mañana.

“Vamos a estar atentos a las conferencias que dé López Obrador, a ver qué dice sobre seguridad”, comenta.

Después de las noticias, González Laporte desayuna y contacta a su asistente, con lo que inicia su “rutina de trabajo”, algo que le gusta hacer.

“Me han preguntado si todavía trabajo y digo que sí, porque me gusta”.

La comida prefiere hacerla en casa. “Trato de comer en mi casa lo máximo posible, afortunadamente la tengo cerca, cuando no hay tráfico hago 10 minutos”, comenta.

González Laporte nació en Cananea, Sonora, el 22 de mayo de 1934, estudió ingeniería química en la Universidad de Stanford.

Luego de recibirse, González Laporte dio inicio a su carrera en la empresa Kimberly Clark de México, en la cual comenzó una larga trayectoria.

En los años 60 se le nombró director general de esa compañía, y desde 1973 es el presidente del Consejo de Administración. Por ello dice: “Crecimos juntos Kimberly y yo. Tengo más de 60 años en la empresa”.

Comenta que a pesar de ser el presidente del consejo de ocho empresas, lo cual le absorbe tiempo, disfruta la oportunidad de disfrutar a sus 20 nietos, quienes lo visitan para pedirle consejos.

El empresario no tiene definida una hora para dormir, todo depende de qué tanto se prolonguen lo partidos de beisbol de las grandes ligas, sobre todo los de su equipo favorito, los Cardenales de San Luis, aunque también simpatiza con las Medias Rojas de Boston, los Dodgers de Los Ángeles y los Astros de Houston.

La afición por el beisbol la comparte con sus nietos, con quienes viajará en los próximos días para ver un partido de los Cardenales de San Luis.

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