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Antes de limitar a Telcel, las empresas interesadas en el espectro de la banda de 2.5 GHz para servicios de telefonía móvil e internet deben garantizar inversiones para usar el recurso, dijeron analistas.

“No deben buscar un tope para Telcel, lo que deben hacer es participar todos aquellos que dicen que es demasiado espectro, al final es un bien limitado, se debe usar para uno u otro lado, no nada más poner topes”, mencionó Salomón Padilla, vicepresidente de la Asociación de Telecomunicaciones Independientes de México (ATIM).

Reiteró que el objetivo no debe ser poner un límite a Telcel, sino que el resto de los operadores formen parte de la licitación y usen el espectro de manera efectiva.

“¿Vamos a dejar morir ese espectro si no lo quieren los otros o si no tienen los recursos para adquirirlo?”, cuestionó Padilla.

Este viernes, EL UNIVERSAL informó que se armó un bloque de facto conformado por Telefónica, AT&T, Totalplay, Televisa y Axtel para que Telcel tenga mayores limitaciones o no participe en la licitación de la banda de 2.5 GHz.

Telcel dijo no tener comentarios sobre el tema, más allá de los que hizo llegar al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) sobre la licitación, en los que asegura que tiene mayores obligaciones que satisfacer, pues debe garantizar y dar servicio a sus usuarios, los de otros operadores y a los móviles virtuales.

Jorge Fernando Negrete, analista en telecomunicaciones, dijo que las empresas que piden que se restrinja el espectro a una firma, en este caso a Telcel, deben garantizar que realizarán inversiones, acompañadas del privilegio de ser concesionarios de espectro, antes de restringirlo.

“Lo que puede pasar si la autoridad no es cuidadosa es que se restrinja a una empresa el acceso al espectro, y por el otro, los que lo adquieren no lo exploten o desplieguen cobertura que es lo que ha pasado”, señaló Negrete.

Desde el lado técnico, el IFT debe garantizar que los adjudicatarios del espectro lo exploten y que no haya marginación a ningún operador, por el contrario, tenemos que ser muy severos en la supervisión del despliegue de infraestructura, porque eso garantiza la inversión”, subrayó el especialista.

En 2012, el Estado decidió rescatar los 190 MHz que conforman la banda de 2.5 GHz argumentando que era subutilizada por los 11 operadores que tenían concesiones, entre ellos MVS.

Un año después, las empresas llegaron a un acuerdo con el gobierno federal y decidieron regresar 130 MHz de esta frecuencia, quedándose con 30 MHz, los cuales deben utilizar este año para servicios móviles o perderán la concesión.

En mayo pasado, el regulador autorizó que Telcel adquiriera 60 MHz en la banda de 2.5 GHz que pertenecían a MVS.

José Otero, director para América Latina y el Caribe de 5G Americas, explicó que las subastas de espectro son, por naturaleza, procesos recaudatorios donde se prima la obtención de recursos económicos para el Estado.

Esto contrasta con los procesos de concurso de belleza, como los efectuados en Chile, donde se da prioridad a la cobertura geográfica, porcentaje poblacional con acceso a servicios y tiempos de despliegue de nuevas tecnologías, ejemplificó Otero.

“Medidas que reduzcan el número de participantes en un proceso de subasta tienen como consecuencia reducir la presión competitiva del concurso, lo que puede resultar en la obtención de un menor precio por MHz/Pop por cada bloque de espectro subastado”, expuso el directivo de 5G Americas.

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