Nos encontramos en medio de una revolución de las habilidades para la empleabilidad. A menudo oímos decir que los robots amenazan nuestros empleos; que la tecnología está transformando las organizaciones; que muchos empleos se perderán y otros emergerán y que ni siquiera tenemos conciencia de ellos. En este entorno las empresas a menudo manifiestan no conseguir el talento que requieren y esto orilla, una y otra vez, a la revisión de las habilidades necesarias en un cambiante, incierto, complejo y ambiguo mundo laboral.

En el pasado reciente, la transformación llevaba décadas, incluso siglos. Cuando surgió la Cuarta Revolución Industrial, el cambio que está ocurriendo no tiene precedente, como también el resultado no se encuentra predeterminado.

La automatización y la digitalización sucede vertiginosamente y está impactando diferentes regiones, sectores y organizaciones a diversas velocidades. No sólo se ha trastocado el mundo laboral, sino también nuestra forma de vivir. Por ello, las personas se ven obligadas más que nunca a aumentar y/ o mejorar sus habilidades e incluso reinventarse.

En este sentido, el Grupo de Manpower sugiere algunas avenidas, entre las que se pueden mencionar la identificación de habilidades que puedan acercar la educación al empleo, de uno de tal naturaleza a otro de diferente esencia con capacitación “en el trabajo” o incluso “experimental”, de tal suerte que se pueda ir moviendo a las personas de sectores fenecientes a otros de gran potencial.

También sugieren ayudar a las personas a “pensar diferente” en este sentido se tiene que visualizar un entrenamiento permanente (life long learning) para poder permanecer empleable.

Por último, estos expertos consideran que, con la mezcla correcta, una persona no tiene que competir necesariamente con la tecnología, sino escalarla. Para ellos las fortalezas humanas en esta revolución que hacen la mejor combinación son: habilidades “blandas”, “técnicas” y “digitales”.

El World Economic Forum (WEF, por sus siglas en inglés) señala que las habilidades más importantes para 2020 en el mundo laboral son resolución de problemas complejos; pensamiento crítico; creatividad; manejo de personas; coordinación con los demás; inteligencia emocional; juicio y toma de decisiones; orientación de servicio; negociación; y flexibilidad cognitiva.

Las habilidades técnicas están relacionadas, por ejemplo, con la arquitectura y análisis de datos; desarrollo de software; inteligencia artificial; robótica; ciberseguridad; cómputo cuántico; diseño de apps; design thinking; fintech; gestión de plataformas; open banking, entre otras.

De hecho, la digitalización está provocando muchos cambios en los perfiles profesionales. Las funciones de TI son las que mayormente van a crecer, comparada con las administrativas/contables.

El departamento de Tecnologías de la Información dejará de ser una unidad apartada para convertirse en transversales y esenciales en la transformación digital de las empresas.

Empero a la vez, la organización valorará a aquellos trabajadores que desarrollando estas funciones puedan también comunicarse adecuadamente, tengan pensamiento crítico y puedan resolver problemas, proveyéndole al cliente el servicio y valor agregado que más desea.

La nueva revolución demanda, por lo tanto, la transformación de habilidades tradicionales a las habilidades requeridas para un mundo digitalizado, donde el liderazgo por fuerza cambiará: tolerancia a la frustración, aprendizaje continuo, respuesta ágil e intraemprendimento, pero sobre todo, apoyo a liberar el potencial del equipo. Claramente los robots se llevarán algunas tareas, pero no los trabajos.

Directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac, México Norte. Email: idea@anahuac.mx

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