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La industria farmacéutica en México, que incluye a las multinacionales productoras de medicamentos de patente y a los laboratorios nacionales de genéricos, está dividida sobre el impacto del acuerdo preliminar alcanzado entre el gobierno mexicano y Estados Unidos en torno al tema de propiedad intelectual dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

La Asociación Mexicana de Genéricos (Amegi) asegura que hay una posición trilateral de las organizaciones de genéricos de México, Estados Unidos y Canadá en contra del acuerdo alcanzado, en el cual se determinó una protección a los datos clínicos de medicamentos biotecnológicos por un periodo de 10 años.

Los datos clínicos son estudios que hacen las grandes farmacéuticas para comprobar la seguridad y eficacia de sus productos. Hasta ahora, las empresas de genéricos tienen acceso a esta información sin ninguna restricción y de ahí que se pueden replicar los medicamentos a un precio menor para el público.

Los productos genéricos surgen después del vencimiento de la patente que dura 20 años y con la protección de datos clínicos; los industriales de genéricos aseguran que se retrasará la llegada de las medicinas biosimilares porque habrá menor tiempo disponible para replicar el fármaco.

Guillermo Carrasco, especialista del Tecnológico de Monterrey, explicó que los pacientes con cáncer y con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) están entre los principales afectados con el efecto causado por la protección de datos de diez años, aunque otros biosimilares como las vacunas serán afectados.

“Hay medicamentos biosimilares con un precio hasta de 100 mil pesos por ampolleta, tienen un alto costo y a veces se necesitan cinco ampolletas en un mes”, explicó.

La Amegi aseguró que los fabricantes de genéricos están de acuerdo con la protección de datos clínicos para los biotecnológicos, pero consideran que el máximo periodo que aceptarían para esta restricción sería ocho años, tal y como estaba acordado en el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés).

“Esto podría beneficiar a las compañías multinacionales. Tenemos una posición conjunta con las asociaciones de genéricos de Canadá y Estados Unidos, estamos en contra porque genera que se afecte el acceso hacia estos medicamentos”, dijo Rafael Maciel, presidente de Amegi.

En entrevista con EL UNIVERSAL, agregó que las pláticas con la Canadian Generic Pharmaceutical Association y la Association for Accessible Medicines se mantendrán.

Alejandro Luna, experto y asesor de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), rechazó que haya un impacto en términos de alargamiento de patente, de manera que no habrá efectos negativos para la población.

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