La reforma fiscal de Estados Unidos

impulsada por el presidente Donald Trump, generaría una salida de capitales de entre 9 mil y 11 mil millones de dólares y una reducción de la economía mexicna a 1.9% en 2018, advirtió Banco Base.

La directora de análisis económico y financiero, Gabriela Siller, dijo que ante ello a México no le convendría responder con una Reforma espejo porque pondría en riesgo las finanzas públicas y la calificación crediticia.

Una de las alternativas, podría ser reaccionar con una reforma transversal en la que no sólo disminuyan los impuestos, sino que tendría que ir acompañada de un recorte al gasto hacia 2020.

Abundó que de los tres impuestos que contiene la reforma fiscal en EU, la repatriación de capitales, sería el más agresivo.

“La propuesta de Trump, es bastante agresiva quiere llevarla a 0%, mientras que la Cámara de Representantes no es tan agresiva de entre 5% y 10%; de cualquier manera si llegarán a llevarla al 10% veríamos una salida de capitales de México de alrededor de 9 mil millones de dólares”, sentenció.

Explicó que esto tiene que ver con la reinversión de utilidades porque en México hay compañías estadounidenses que van reinvirtiendo sus ganancias y si se lleva la repatriación de capitales al 10% a EUA, sacarían sus recursos en lugar de reinvertirlos en territorio mexicano.

Al presentar las perspectivas económicas de fin de año, resumió que Trump para México se ha traducido en incertidumbre.

Mencionó las tres modificaciones que generarían salida de capitales desde México hacia Estados Unidos que podrían ser de alrededor de 9 mil y 11 mil millones de dólares.

Señaló el Impuesto corporativo que actualmente se encuentra en 30% en Estados Unidos y que pasaría a 20% e incluso estarían por debajo de la media de los países de la OCDE.

“La sola reducción de la tasa le quita competitividad a México, y recordemos que en 2018 es año de elecciones y como es el último año del gobierno (actual), sería muy precipitado hacer una reforma en México para contrarrestar esta reducción del impuesto corporativo en Estados Unidos”, apuntó.

Las empresas en territorio mexicano serían las que perderían competitividad

y a la larga puede hacer que la inversión extranjera directa disminuya, debido a que el beneficio que daría en la brecha salarial que existe entre Estados Unidos y México como es uno de los objetivos en el Tratado de Libre Comercio con Norteamérica, expuso.

El tercer impuesto en el qué hay una diferencia marcada entre la Cámara de Representantes y el proyecto de ley que tiene el Senado, es el gravamen a los envíos de dinero a las subsidiarias que están fuera de Norteamérica con 20 por ciento, mencionó.

“Imagínense todas las empresas estadounidenses que quieren venir a México o quieren abrir una nueva planta o hacerla más grande, se les estaría quitando el 20%; creemos que esto terminaría de matar el modelo exportador de México”, alertó.

Siller dijo que por lo anterior, más que la renegociación del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica, estos tres puntos son de mucho más riesgo para la economía mexicana sobre todo por lo que tiene que ver con las exportaciones y la inversión extranjera directa.

Consideró que con el esquema fiscal preferencial que tendrán las zonas económicas especiales, no se lograría contrarrestar el impacto negativo.

tcm

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