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Los bancos en México obtuvieron una prórroga de hasta nueve meses para aplicar los controles biométricos en apertura de cuentas, medidas que en un inicio debían concretarse en agosto próximo.
En agosto de 2017, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores publicó en el Diario Oficial de la Federación disposiciones que obligaban a los bancos en un lapso de un año a garantizar la autenticación de sus clientes con el uso de tecnología biométrica, particularmente lectores de huellas digitales y la creación de una base de datos que cotejara su información con los registros del Instituto Nacional Electoral.
No obstante, en días pasados las instituciones financieras obtuvieron un mayor plazo para la adecuación de sus sistemas, ante el retraso de
algunos bancos en la actualización de sus equipos.
Según la empresa Biometría Aplicada, algunas instituciones financieras se encuentran en pruebas de controles como lectores de huella digital y la instalación de bases datos que se cotejarán ante el INE; sin embargo, otros bancos aún no definen qué tipo de controles biométricos se aplicarán para acatar la disposición.
“Estaba por cumplirse en agosto la fecha donde deberían estar operando estos sistemas. Tenemos clientes
que están en la fase de implementación. Está por liberarse el sistema, pero hay otros que apenas están en la parte de evaluación.
“Ante el retraso de algunos bancos se amplió la fecha de prórroga”, aseguró el director general de la firma, Adolfo Loera.
Tres bancos con avances. Biometría Aplicada es una de las empresas que opera en México la tecnología biométrica y opera con los principales bancos en la instalación de dichos sistemas como parte de la ley que obliga a las instituciones financieras a reforzar la identificación de sus clientes.
Hasta el momento, los bancos más avanzados en la implementación de sistemas son BBVA Bancomer, CitiBanamex y Santander, entre los principales jugadores.
Medida tardía. Para la empresa, la falta de controles biométricos facilitó el traspaso de cuentas en el ataque cibernético a la conexión del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) porque se desconocía la identidad de los clientes.
“Desde el punto de vista biométrico, haber establecido políticas que hoy están en proceso de implementación, pero que no están de todo en la práctica, permitió la creación de cuentas de manera virtual como las que se generaron para efectuar el desvío de dinero que se sustrajo a través de SPEI y después se envió a cuentas ficticias que después se utilizaron para hacer los retiros”, explicó.
Loera detalló que los controles biométricos impiden la apertura de cuentas sin garantizar plenamente la identidad del cliente y puede evitar otro tipo de fraudes como suplantación de identidad.
“En caso de que te hubieran extraído el dinero, las biometrías te dan la facilidad de conocer quienes hicieron las transacciones. Hoy al no tener una certeza en el origen de estas puertas falsas, no puedes rastrear quién fue el que sustrajo el dinero”, dijo.
