La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dijo ayer en Nueva York que tuvo que “convencer” a la Junta de Gobierno de la organización de contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

“No era algo que estuviera dado, en la Junta había muchas reticencias”, explicó Lagarde en una cumbre sobre desarrollo sostenible del Foro Económico Mundial (WEF), donde recalcó que la misión del FMI tiene “múltiples” puntos en común con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Lagarde aseguró que “lo que está garantizado hoy” no lo estaba hace seis años y que tuvo que “convencer” a los 24 gobernantes de la organización, que representan a 189 países, sobre la relación de los 17 objetivos de la ONU con la fiscalidad. “Unos cuantos economistas, algunos de alto nivel y con doctorados, decían: ‘¿Estudiar el rol de la mujer en la economía? ¿Medir el exceso de las desigualdades? Eso no tiene que ver con lo fiscal’. Llevó tiempo y esfuerzo convencer a toda la Junta y los economistas de que no estaban desperdiciando su tiempo”, recordó.

Señaló que, en su búsqueda de estabilidad financiera, el FMI encuentra “puntos en común” con la ONU al analizar las relaciones entre el cambio climático y la fiscalidad, la contribución por género a la economía y su crecimiento, o la desigualdad y la prosperidad. Dijo que tuvo su primera noticia de los entonces Objetivos de Desarrollo del Milenio en una cena con Bill y Melinda Gates.

“Cuando entré en el FMI en 2011 se estaban convirtiendo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible; estuvimos más comprometidos con ellos y con el anterior secretario general, y desde entonces hemos ofrecido nuestra experiencia”, apuntó.

Convino que “nunca hay que olvidar la D de ‘desarrollo’” de los objetivos, especialmente cuando muchos países de bajos ingresos del FMI se ven afectados por las consecuencias negativas del cambio climático.

“Lo que estamos haciendo, no solos, sino con el Banco Mundial, la OECD y las Naciones Unidas, es ayudar a esos países y el mundo en desarrollo a que se centren en la movilización de sus ingresos fiscales”, una herramienta que ayuda a cumplir con los ODS, destacó. La organización se encuentra con una economía que cada vez es más intangible y “menos identificable en términos de base impositiva” porque sus fuentes de riqueza proceden del ámbito digital. Lagarde hizo referencia a medidas como la fijación del precio del carbono y dijo que el FMI intenta negociar con autoridades que dedican sus finanzas a subvencionarlo.

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