La calificadora Standard and Poor's dijo que las decisiones a mediano y largo plazo del nuevo gobierno que incidan en el clima de negocios del país tendrán impacto en la calificación soberana.

Para el gerente analítico de soberanos la agencia, Sebastian Briozzo, las medidas de política económica que aplique la proxima administración así como el manejo de la deuda, son factores a observar sobre el destino de la nota crediticia del país.

“El presupuesto es una herramienta importante pero no es la única. Vamos a estar mirando el presupuesto así como otros anuncios de diseño de política y acuerdos que se logren y no se logren.

No hay a este nivel de calificación tan alta como tiene México un factor en sí mismo que mueva la calificación”, dijo el especialista.

Actualmente, Standard & Poor’s tiene la calificación BBB+ con perspectiva estable sobre México, la cual se encuentra tres escalones arriba del grado de inversión.

En conferencia de prensa, Briozzo dijo que Méxito tiene poco margen de maniobra para elevar su grado de endeudamiento, con lo que si empieza a distorsionarse este factor también modíficaría la nota crediticia.

“Si nosotros empezamos a ver modificaciones en la deuda de 5 puntos porcentuales del PIB, de 7, 8 o 10, la calificación actual no sería consistente con ese nivel de endeudamiento adicional y llevaría la calificación hacia abajo y no necesariamente abajo del grado de inversión”, dijo.

Según el director global de análisis de soberanos de S&P, Roberto SIfón, medidas como la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, despierta preocupación entre los analistas sobre si medidas de ese tipo se podrían extrapolar a otros sectores.

En ese sentido, S&P dijo que no hay fecha fatal para un movimiento en la calificación crediticia, pero recalcó que en cualquier momento que se detecte un cambio estructural se podría modificar la calificación del país.

Bancos, con margen para amortiguar impacto por comisiones

Sobre la iniciativa para eliminar comisiones bancarias, la agencia resaltó que de aprobarse tendría un impacto promedio en el sector de 6 a 7% en reducción de ingresos operativos pero destacó que la banca tiene flexibilidad para absorber el impacto.

Según Alfredo Calva, director de calificaciones de instituciones financieras de Standard and Poor’s, el impacto dependerá de la exposición de cada banco a ingresos por operación de tarjeta de crédito, producto de la banca donde está centrada la reducción de comisiones de acuerdo a la inciativa presentada la semana pasada por Morena en el Senado.

“La banca tiene flexibilidad para amortiguar ese impacto de menor ingreso por comisiones. Una alternativa sería mayor control en términos de gastos y contener el deterioro de eficiencia”, dijo Calva.

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