¡Hola! Yo sé que nadie pelará el post de hoy porque el tema de hoy son las quimios falsas de los niños en Veracruz (tip para los malditos culeros asquerosos que hicieron esto: a la próxima denles “tratamiento homeopático”, que es prácticamente lo mismo, pero al menos tiene muchos fans... incluido el gobierno federal: clic; aunque no más adecuado sería sí darle medicinas de verdad a la gente, ¿no?).

Pero antes de que esa bomba de agüita destilada explotara, por alguna razón este pantallazo se hizo muy viral, al menos en el algortimo feminazi de mis redes:

Estos tuits los escribió una chava de Monterrey. No sé exactamente a qué caso de mujeres golpeadas en antro se refería. Me puse a buscar y hace unos días hubo un escándalo en un tal “The City” porque una chava fue agredida por los de seguridad, pero en el video se ve claramente cómo trae pantalón amplio y camiseta, un código de vestimenta que, quiero suponer, es un tipo de atuendo con el que sí te “das a respetar”, ¿o no?

No.

Bueno, me quedé pensando en cómo puede ser que estas ideas sigan tan vigentes en 2017... cuando nunca jamás debieron existir, en primer lugar. Es que en serio, qué pedooooo. “No estoy en favor del maltrato a la mujer, pero...”. ¡¿PERO QUÉ?! El “pero” implica que hay excepciones a la regla, como el andar “solas”, los “putivestiditos” y “tomar”. O sea, el clásico: tú te lo buscas, para qué vas a esos lugares, para qué sales de tu casa, para qué ingieres bebidas espirituosas, para qué no te moriste de chiquita.

Me metí de chismosa a leer más tuits de la autora para intentar escudriñar en la mente de la clase media mexicana que se niega a mirar más allá de sus narices, específicamente de una mujer que vive en un municipio con alerta de género (clic). Por ejemplo, me llamó la atención esta respuesta, donde reconoce usar vestidos y tomar... pero de alguna manera mágica ella “no es así” y por lo tanto está vacunada contra cualquier tipo de agresiones. (Spoiler: ninguna de nosotras está a salvo).

No especifica cómo: si bebes y usas vestido pero no vas a los antros “todos” los fines de semana, nomás de vez en cuando, ¿ya te salvaste? O si tus vestidos son aguados y largos, ¿la libraste? ¿Quién va a determinar la longitud y guangura apropiadas de tus prendas? ¿El mismo “sentido común” que dice que la culpa es de las víctimas? ¿Y qué es exactamente “llamar la atención”? ¿Hablar fuerte? ¿Bailar? ¿Divertirte? ¿Maquillarte? ¿Existir?

De alguna forma entiendo esta manera de pensar. Es un poco el “otrorizar” del que hablaba hace un par de posts: el aferrarte a la idea de que a ti no te va a pasar nada porque no eres exactamente como el resto de las víctimas. Y eso te permite no tener tanto miedo y seguir con tu vida. Está gacho, pero cada quien lidia con esta mierda como puede.

Lo que no ayuda a nadie más que AL MALVADO SISTEMA PATRIARCAAAAAL es seguir con el slut shaming:

Fuente: estudio.

“Niñas”, no mujeres, porque nada como infantilizar a quienes no están de acuerdo contigo para invalidar sus opiniones. Y si hay “niños” que piensan igual que esas malditas niñas-zorras, pues obviamente SON PUTOS WEY TRAVESTIS WEY RAROS WEY, dado que todo buga estará de acuerdo en que es absolutamente inevitable agredir a una mujer en putivestido. ¿Eh? ¿#NotAllBugas?

Acá ningunea explícitamente a las detractoras por su edad:

Amiga, por ahí leí en tu timeline que tienes #casi30, y odio ser yo quien te suelte esta terrible noticia pero... eres #millennial. Las que están en prepa son “generación Z”, o minimillennials, o sea ya están otro pedo completamente, y ni de broma tendrían cuenta de Twitter. Tampoco necesitan irse a dormir porque a esa edad tienen superpoderes.

Esta tuitera también cree que es culpa de “esta generación” que los más jóvenes tengan locas locas locas locas locas ideas de libertad:

¿No sería hermoso un mundo donde en efecto pudieras andar desnude por la calle y saber que las únicas amenazas son los rayos utravioleta, la lluvia ácida y los mosquitos? ¿Por qué no podemos siquiera soñar con eso? ¿Y por qué les hemos fallado? ¿Porque no logramos imponer un código de vestimenta ultraconservador? ¿No tenemos suficiente con el hecho de que en México nadie use shorts ni manga corta en abril y mayo?

Acá otro ejemplo de su extraño concepto sobre sus congéneres:

¿Eh? No entiendo qué tiene que ver la guapura en esta hipotética situación, pero lo gacho es cómo ella asume que la mujer no tiene ninguna agencia ni poder de decisión, sino que los hombres la están “utilizando” y ella simplemente “se deja”.

Acá otro tuit misógino del repugnante género “tu novia la que”, donde el mayor insulto que se le puede ocurrir es la fealdad, porque claro, fuchi las mujeres que no adornan:

En temas mucho más graves, la tuitera habla sobre el feminicidio de una chava de 16 años y no la culpa a ella (bien), sino... a sus padres (abucheo).

¿Y el asesino? Aaaaaaah, sí es cierto, quizá tuvo algo que ver... pero nah, pero mejor hay que señalar a los papás porque #familia #valores #vigilanciaextrema

Cuando no está posteando de futbol o criticando a otras mujeres –o a los padres de las mismas–, esta tuitera habla de cómo “ya se va a poner a dieta” porque “está muy gorda”. Esto me parte el corazón, porque es súper guapa según los rígidos estándares de belleza occidentales, pero ni así puede ser feliz plenamente con sus chilaquiles :(

Volviendo al numerito de ayer no faltaron los tuiteros que la insultaron gacho, que la discriminaron por ser “de provincia” y por decir que sueña con vivir en Dubai (eso dice su perfil). Y eso está chafa. Digo, tampoco entiendo por qué alguien querría vivir en un país donde los derechos de las mujeres son todavía más precarios que aquí (), pero cada quien. ¿Y qué tal este güey que usa “sirvienta” como insulto?

Vaya, vaya, insultos clasistas... que ella rápidamente contestó con la misma divisa:

Um.

Luego ella retuiteó a sus paleros.

Este compara a los hombres con cuchillos... eeemmm... porque... ¿son seres inanimados que, dependiendo del uso que se les dé, pueden servir para preparar una deliciosa sopita de verduras o para matar a una persona? Vaya, y yo creí que las feminazis insultábamos despiadadamente a los machines, pero este amigo nos superó. Ah, y claro, bañarse con cuchillos es algo que a todes nos encantaría hacer, casi tanto como salir de noche a tomar y divertirnos... desgraciadamente es mejor evitarlo. Porque causa-efecto, o sea, CIENCIA.

Esta chava quiere que vayamos al psicólogo, porque eso de tener opiniones diferentes es claramente una enfermedad para la que debemos buscar ayuda profesional.

¿Y la libertad de expresión? Bueno, hasta donde sé, el Estado no censuró los tuits ni hubo amenazas graves contra la integridad de la autora. Que mucha banda no estuviera de acuerdo y lo expresara es parte del mismo derecho, ¿no?

Por último, la pregunta del milenio:

Eeeeeem, quizá por la misma razón por la que tú crees que a las mujeres las agreden por la forma en que se visten y por la que actúan. Porque EL MALDITOOOO PATRIARCADOOO nos tiene bien checaditas y fiscaliza todo lo que hacemos y decimos. Porque la “locura” y la “histeria” es una forma fácil de descalificarnos. Y aunque le hagas el juego al sistema y te alineas muy bien, luego te va a tocar a ti.

***

Sí, sí, ya sé: “Qué patética eres si te pones a husmear en la cuenta de alguien que no conoces”. (Güey, todes lo hemos hecho mucho más de lo que jamás reconoceremos en público).

Dudé en escribir este post porque me choca ese rollo de “No hay nada peor que una mujer machista”, porque, ejem, ¿sí ubican a los feminicidas? ¿No les parece eso un poquiiiiito más grave? No, no se trata de señalar a alguien en particular sino una forma generalizada y aceptada de pensamiento que, aunque nos odie, tiene un chingo de aliadas.

¿Y saben por qué me ardí especialmente con los tuits y con el timeline de esta chava? Porque en muchas cosas me vi reflejada a mí misma en el pasado. Es decir: Plaqueta mensa, todavía de te preguntas cómo estas ideas siguen existiendo cuando tú misma las tenías hace 20 minutos, qué rápido se te olvida cómo era el mundo antes de te mordiera la araña radiactiva del feminismo. Pero como siempre digo, si una machirula empedernida como yo tuvo salvación, queda un poquititito de esperanza.

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