Si, a esa sustancia funcional, cremosa, de sabor acidito y que combina con casi todo. Puede hacerse dulce, salada o neutralizar cualquiera de los dos y configurar un sabor nuevo en el paladar. De hecho, si se fijan, poco a poco ha ido creciendo el mercado de los yogures porque le van encontrando beneficios y se van creando alternativas.

Nutricionalmente es increíble. Al ser un derivado de la leche, una de sus principales cualidades y quizá la más reconocida es su aporte de calcio, aliado imprescindible en la formación de huesos y dientes. Además, aporta una importante cantidad de proteína, lo que da sensación de saciedad y ayuda a la formación y reparación de la masa muscular. Aporta carbohidratos (básicamente en forma de lactosa) y un poco de grasa. Finalmente, pero súper importante, las bacterias benéficas que contiene, los famosísimos probióticos que ayudan a fortalecer la microbiota y con ello el sistema inmune y la salud digestiva.

¿Cuál comprar?

Hay tantas alternativas en el mercado que a veces uno ya no sabe ni cuál elegir. Yo te diría que lo principal es checar que no tenga azúcar añadida. Ojo, muchos yogures tienen carbohidratos pero es lactosa, a menos que seas muy sensible, la cantidad es mínima y no es grave. De hecho, te puede ayudar a mejorar poco a poco la tolerancia. Puedes revisar si están adicionados con edulcorantes no calóricos. Por otro lado, checa el aporte de proteína, entre más tenga, mejor. En el tema de la grasa, generalmente tienen poca, pero puedes verlo también. Esto tiene que ver con el tipo de leche con el que se elaboran. En resumen, lo que debes buscar es: poca azúcar, poca grasa y mucha proteína. Por lo general esto sucede en los que son de sabor natural.

¿Cuándo necesitas yogurt?

Me parece que hay tres momentos ideales para el consumo de yogurt:

Después del ejercicio: El contenido de carbohidratos y proteína, así como el tipo de proteína lo hacen un excelente aliado en la recuperación después del desgaste asociado al entrenamiento. Aquí si se justifica un producto con un poco más de azúcar ya que el cuerpo la necesita para rellenar sus reservas de glucógeno. Quienes están trabajando para incrementar su masa muscular pueden consumirlo también antes de entrenar y así las proteínas y los carbohidratos trabajan durante la sesión protegiendo la masa muscular.

Antes de dormir: El tipo de proteína que contiene ayuda a mejorar la síntesis de neurotransmisores asociados al sueño profundo. En este caso, habría que buscar una alternativa sin azúcar, para que no dé más pila.

Como colación: Justo por contener todos los macronutrientes es como una comida completa y con pocas calorías. Además, las vitaminas y minerales ayudan a completar los requerimientos del día. Quita el hambre y controla el antojo por algo fresco y/o dulce.

¿Cuándo más?

Después de un tratamiento con antibióticos hay que comer yogurt para restaurar el balance de la microbiota. De la misma manera quien tuvo diarrea necesita probiótico. Al parecer, pacientes con la bacteria Helicobacter pylori también se benefician.

Es importante mencionar es que los probióticos del yogurt se mantienen vivos sólo en temperaturas bajas o frías, así que, para obtener el máximo de los beneficios, asegúrate de que no se caliente. No lo dejes afuera del refri por mucho tiempo ni en lugares donde haga calor.

También te puede ayudar a:

Perder peso. El calcio ayuda y además, si eliges versiones sin grasa ni azúcar, aportan pocas calorías. Además, lo dicho, quita el hambre por más tiempo.

Consumir menos colesterol en tu dieta (si eliges versiones sin grasa) y menos carbohidratos (versiones sin azúcar).

¿Algunas ideas?

Úsalo para cocinar, sustituye la crema con yogurt para mantener el sabor y la textura, pero con menos grasa. Funciona increíble para dips y aderezos.

Combínalo con: fruta (granada, coco y plátano o papaya, frutos rojos), semillas (chía, linaza, ajonjolí, almendras, pepitas) o prepara smoothies (mango, dátil, almendras y miel, cardamomo y vainilla, nutela, cajeta).


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