Hay comparaciones que nos ayudan a ser mejores, pero la línea que nos separa de las que nos pueden  hundir  es muy delgada y hay que saber quedarse del lado positivo.  Un precursor importante que nos invita a la comparación con otrxs es el ego.  Competir por un premio o simplemente para obtener una buena calificación  nos mantiene en una búsqueda emocionante hacia la superación.

Por experiencia personal,  el foco de la superación siempre debe empezar en unx mismx y de ahí quizá partir a ser mejor que lxs demás. Si buscamos la autosuperación estaremos alimentando nuestra autoestima y esa cuestión en sí provocará que trabajemos mejor. La autoestima pondrá en perspectiva los aciertos y los errores, en cambio cuando nos dejamos gobernar por el ego, cualquier frustración durante el proceso  solo nos permitirá ver los errores.

El ego puede hacer que las comparaciones con otrxs se salgan de control y nos provoquen más sufrimiento que ganas de mejorar. El ego alborotado genera una enorme dependencia  de lo que digan o piensen lxs demás, es indirectamente proporcional a no darse un valor por sí mismx.

Mayor ego, menor autoestima.

No sabría decir qué provoca qué,  pero sí podría afirmar que en cuanto nos hacemos conscientes de que los objetivos carecen de un fondo de valor  y por el contrario el deseo de alcanzarlos es meramente superficial, la situación comienza a mejorar. Solo hacer conciencia de nuestros motivos reales ya es un paso importante hacia mejorar.  Dejamos de luchar contra el ego y buscamos una causa quizá más significativa que la de un principio.  Cada quien tendrá sus razones para hacer las cosas y sobre todo sus métodos, pero podemos coincidir en que si no se disfruta el camino para lograr objetivos,  de entrada ya estamos perdiendo la batalla, incluso cuando hayamos conseguido lo que queríamos.

Pero eso se puede perder o distraer si dejamos que el ego altere las razones principales por las que hacemos cualquier cosa.  Como todo es una elección, cómo queremos que sean nuestros procesos y cómo decidimos vivir la vida. Si las  comparaciones  con las demás personas son inminentes,  enseguida debemos ponernos en acción y no olvidar nunca que cada persona es distinta con procesos diferentes.

Twitter @reginakuri

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