Mosul, la segunda ciudad iraquí, desde la cual el líder de ISIS, Bagdadi, había proclamado el nacimiento del “califato” en 2014, ha sido prácticamente recuperada por el ejército de ese país. Raqqa, la ciudad siria que fue declarada “capital” de dicho califato, se encuentra bajo asedio por parte de las milicias apoyadas por Washington (desde tierra y desde aire). Rusia afirma que sus ataques terminaron con la vida de Bagdadi, y que la agrupación ha quedado sin cabeza. A pesar de que esta última información no ha sido reconocida por ISIS ni ha sido corroborada por Washington o sus aliados, este elemento solo viene a añadirse a lo que se aprecia como un panorama sombrío para la organización islámica. Sin embargo, una mirada más profunda acerca de este tema podría quizás, exhibir una visión distinta. Primero, porque se está cumpliendo una etapa que no era imprevista por ISIS, o por cualquiera que hubiese analizado el asunto con seriedad (las únicas variaciones consistían en cuánto tiempo ISIS iba a poder sostener largas porciones del territorio iraquí y sirio, pero en casi todos los análisis, prevalecía el consenso de que era imposible que ISIS mantuviera permanentemente en su poder semejante espacio geográfico). Segundo, porque si comparamos el estado actual de ISIS contra el de su “apogeo”, 2014, la debacle es clara; pero si, en cambio, lo comparamos contra el estado que tenía la organización antes de ese momento (2011-2013), sus posibilidades de supervivencia, su capacidad de influencia y de daño en todo el mundo, la perspectiva podría cambiar. Hoy en el blog lo explicamos.



Un primer relato: el colapso de ISIS
Desde una perspectiva, ISIS estaría si no al borde del colapso, sí en su momento más complicado desde que emergió con la cara que hoy le conocemos. Esto obedece a varios factores:
 

1. ISIS está perdiendo la mayor parte del territorio que controlaba, lo que incluye las importantes y simbólicas ciudades de Mosul en Irak y Raqqa, su “capital” en Siria (además de otras posiciones clave).

2. Además, la organización ha perdido casi todas sus rutas de abasto, lo que golpea su capacidad de financiamiento y sus posibilidades de recibir y transferir nuevos refuerzos.

3. Desde la óptica no material, hay también un golpe fundamental a la organización: Un “Estado Islámico” sin territorio, sin capital, y sin “califa”, pierde sentido, y, por tanto, se golpea la idea que le sustentaba: El califato no era ya un sueño o una meta, sino una “realidad”. Había un territorio, había población viviendo una “normalidad” económica y social, había una burocracia y un califa. Esta sola idea, incentivó a decenas de miles de militantes a sumarse a las filas de ISIS, ya fuera acudiendo físicamente a su llamado, o bien actuando desde casa. Al arrebatar a ISIS su territorio, su capital y eliminar a su “califa”, la organización regresa a ser un grupo terrorista más, operando desde la invisibilidad, y perdiendo parte, al menos, de su atractivo.

4. Desde este mismo relato, se está efectuando una gran cantidad de análisis que buscan entender e interpretar qué ocurre con las organizaciones cuando éstas pierden a sus líderes, y cuando son despojadas de sus bases mayores. Se habla acerca de períodos de reacomodo y ajuste, y acerca de cómo las organizaciones pueden incluso recibir golpes mortales.

Todo lo anterior es válido y debe formar parte del análisis. Pero no hay que descartar un segundo relato.



Un segundo relato: una fase más en un largo camino
Este segundo relato parte de una visión más realista: ISIS no pudo no haber previsto que, eventualmente, esta fase llegaría. Por más cantidad de reclutas que hubiese podido atraer, la organización sabía que se estaba enfrentando a los ejércitos de dos estados (es decir, a cientos de miles de efectivos), a milicias locales y extranjeras, a potencias regionales como Irán, Arabia Saudita o Turquía, y a potencias internacionales como Estados Unidos y sus aliados como Francia, Canadá o Australia, además de Rusia, con todos sus recursos económicos, militares y tecnológicos. Todos ellos, combatiendo en distintos frentes al mismo tiempo. Así que las diferencias en las predicciones variaban, pero solo en materia del cuándo, no en materia del desenlace final.


Por ejemplo, algunos análisis llegaron a decir que ISIS no resistiría más de un año en la posesión de tanto territorio y, sin embargo, la agrupación resistió mucho más. Otro ejemplo: Una vez iniciada la ofensiva para reconquistar Mosul, hubo quien pensó que esta ofensiva solo duraría pocas semanas cuando en realidad ha durado casi 9 meses. Pero de lo que no había duda era que, con tantos actores, recursos y esfuerzos en su contra, ISIS sería eventualmente incapaz de resistirlos a todos. Así que, insisto, si todos lo sabíamos, y considerando la inteligencia estratégica que ISIS ha demostrado poseer, es casi imposible pensar que el liderazgo de la organización ilusamente creía que podría mantener sus conquistas de manera eterna. Pero entonces, ¿qué es lo que la organización realmente buscaba al haber brincado a la fama internacional a través de sus ofensivas del 2014?
 

1. Un primer factor tiene que ver con entender que la lucha de este tipo de organizaciones no es de corto, sino de muy largo plazo. Basta leer los mensajes y cartas de Bin Laden para comprenderlo.


2. Se podría argumentar que Zarqawi, considerado el padre de lo que hoy conocemos como ISIS, desde que manifestó su lealtad a Al Qaeda, mantenía importantes diferencias tácticas con Bin Laden. Osama estaba en contra de conquistar territorio y con ello visibilizar a la organización; Zarqawi sostenía, en cambio, que la toma de territorio y el ataque a los gobiernos locales, eran pasos ineludibles para primero establecer un califato y luego, expandirlo. Bajo esa perspectiva, ISIS, ya habiendo roto con Al Qaeda, no estaba haciendo otra cosa que lo que Zarqawi había planteado. Sin embargo, a pesar de todas sus diferencias tácticas, la lucha de ambas organizaciones seguía y sigue siendo de largo plazo.

3. Si consideramos lo anterior, entonces, muy probablemente, todas las fases que ISIS ha vivido fueron previstas o planeadas: a) Su resurgimiento cuando, tras su guerra mortal con EU (2004.2011), se pensaba que la agrupación estaba casi acabada, b) Su involucramiento en la guerra siria, c) Su ofensiva en Irak en verano del 2014, la toma de vastas zonas de territorio y la declaración del “califato”, d) Su apogeo temporal, y la capacidad de atracción e influencia que ello le dio, e) Su expansión hacia decenas de países, f) Su inevitable declive y pérdida de territorio en su centro operativo (Irak/Siria), y por consecuencia, g) Las etapas que siguen (puede leer este texto en donde explico las posibles siguientes fases de ISIS ).

4. Solo haga usted esta comparación: En 2011, cuando el ejército de EU da por concluida su misión en Irak, la rama de Al Qaeda en ese país (de la que la actual ISIS era el principal componente), estaba casi acabada. Se calcula que en ese entonces no contaba ya ni con 1000 miembros. Su capacidad de influencia era básicamente local y cualquier movimiento que efectuara, debía contar con la aprobación de la central de Al Qaeda en Pakistán. Hoy, en cambio, incluso perdiendo el vasto territorio que controlaba en Siria y en Irak, ISIS es: (a) una red independiente de Al Qaeda con decenas de miles de combatientes o adherentes, la cual ha arrebatado a su organización madre el liderazgo de la jihad global; (b) una organización que conserva capacidad de efectuar ataques terroristas con enorme poder de desestabilización en sus centros operativos (Irak/Siria –solo en la última semana, ISIS cometió 7 atentados en esos dos países); (c) una red que tiene operaciones en al menos 28 naciones del globo; (d) una organización que cuenta con filiales locales poderosas como en Libia, Egipto, Afganistán o incluso Filipinas, por ejemplo, cada una de las cuales mantiene su propia lucha pero sin dejar de actuar a nombre o en representación del “Estado Islámico”; (e) una red que conserva capacidad de llevar ataques en ciudades lejanas a través de sus células, reclutas virtuales o militantes inspirados por su narrativa como recientemente vimos en Manchester, en Londres o en París.

5. Con ello, la agrupación mantiene relevancia, mantiene poder de influencia y atracción y, sobre todo, mantiene capacidad de incidir sobre la mente y la política de sociedades enteras, lo que eventualmente termina por alimentar el ciclo terrorista y ofrecer nuevos caldos de cultivo para seguir creciendo,

6. Por último, la agrupación cuenta con una estructura y con ubicaciones relativamente seguras para establecer a su liderazgo (viejo y nuevo). Esto permitirá a los conductores de la organización, el seguir pensando y trabajando en sus siguientes fases.
 

Conclusión
En suma, si comparamos al ISIS de hoy con el ISIS del 2014, concretamente en Irak y en Siria donde la organización estableció su califato y su centro de operaciones, parece haber una conclusión clara: la agrupación se encuentra en franco declive. Pero si la comparamos con el ISIS del 2011 o 2012 y pensamos en una lucha de más largo plazo, las conclusiones pueden ser diferentes.


Dicho lo anterior, no se trata de buscar un enfrentamiento entre las dos perspectivas que planteo, sino de integrar las visiones. Arrebatar a ISIS el territorio conquistado, así como mermar su capacidad de abasto, financiamiento y posibilidades de operar como un pseudo-estado, eran pasos indispensables. Pero se debe entender que no estamos viviendo una etapa que era imprevista, y que, en el camino, ISIS ha sido muy eficaz en establecer una red compleja y global, red que no puede ser combatida con medios exclusivamente militares; se requiere una perspectiva más integral. (Si lo desea, puede leer este texto en el que abordo algunos de los factores que deben incorporarse en un combate integral al terrorismo: ).

Twitter: @maurimm

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