Este es un tema que ya hemos abordado en diversos espacios y en este blog en otros momentos. Aprovecho la más reciente coyuntura para recuperar y resumir algunos apuntes al respecto:

Rusia en Siria

  • Siria ha sido una zona de influencia de enorme importancia para Moscú desde hace décadas. Para el Kremlin, Siria es al mismo tiempo puerta de salida hacia el Mediterráneo –a través de la base naval que aún conserva en ese país-, y puerta de entrada hacia el Medio Oriente. En la Guerra Fría, Siria era un socio crucial para contener a Washington y a su aliado Israel. Por eso, Moscú fue durante años el principal proveedor de armas de Assad.  

  • Desde el inicio de la actual guerra civil, Rusia se posicionó a lado de Assad, y además de mantener sus lazos militares y de financiamiento con el régimen, el Kremlin ha sido el principal respaldo diplomático del presidente sirio, bloqueando las resoluciones en su contra en organismos internacionales.

  • Rusia se opuso rotundamente a una intervención de la OTAN en Siria similar a la que había ocurrido en Libia. Moscú dejó muy claro desde el inicio que Siria era considerada una zona de influencia estratégica para esa superpotencia, por lo que cualquier ataque internacional al régimen de Assad, era atacar directamente los intereses del Kremlin.

  • El resultado de ello fue que las potencias occidentales y sus aliados regionales sí apoyaron a la rebelión, pero sólo de manera indirecta, a través de financiamiento, armamento y respaldo logístico a las milicias opuestas al régimen. Obama no tenía ningún interés de entrar en confrontación directa con Moscú al respecto de este tema, y prefirió que fuesen sus aliados regionales quienes tuviesen a cargo la tarea de ir desgastando a Assad en la guerra civil. Claro, siempre con el apoyo diplomático de Washington, y el respaldo que la CIA podía proporcionar.

  • Estas circunstancias propiciaron un empate técnico y perpetuo.  Cada vez que Assad perdía posiciones y fuerza, recibía armamento y financiamiento fresco por parte de sus grandes aliados: Irán y Rusia. Del otro lado pasaba lo mismo, cada vez que la rebelión sufría pérdidas y parecía disminuir, las milicias recibían el apoyo por parte de potencias regionales como Arabia Saudita, Turquía o Qatar.

  • Aunque Rusia siempre criticó la injerencia de Occidente en la guerra civil, al menos, hasta agosto del 2014, el Kremlin había sido eficaz en mantener a Washington relativamente a raya.

Estados Unidos en Siria, esfera de influencia rusa

  • Sin embargo, con la irrupción de ISIS en la escena, Obama fue incapaz de resistir la presión de los sectores más duros en Washington, y se vio obligado a implementar una campaña aérea en contra de esa organización islámica, campaña que arrancó hace un año en Irak, y posteriormente continuó en Siria.

  • De tal modo,  no solo la Casa Blanca estaba ya inmersa en una guerra civil que buscó evadir una y otra vez, sino que Putin de pronto tuvo que vivir con el hecho de que Washington ya estaba operando en Siria, una zona estratégica de influencia para Rusia.

  • Aún así, mientras Washington se comprometía a limitar sus ataques exclusivamente contra ISIS, y sobre todo, mientras la gran mayoría de estos ataques tuvieron lugar esencialmente en Irak, el Kremlin decidió no interferir demasiado y concentrarse en otros temas que le eran más prioritarios, como por ejemplo, la situación en Ucrania.  

  • Entretanto, Rusia intentó una apuesta diplomática que incluyó a la gran mayoría de actores locales y extranjeros involucrados en la guerra civil siria. Durante las semanas del verano, apreciamos un desfile constante de funcionarios y representantes de toda clase de poderes. Muchos empezaron a  vaticinar alguna clase de acuerdo o salida negociada a este conflicto.

La escalada paralela

  • Evidentemente, algo habrá apreciado Putin, lo cual le hizo considerar que para realmente fortalecer su postura, garantizar sus intereses, y asegurarse de que el desenlace de esta guerra civil no le resultara desfavorable, era necesario robustecer su posición militar en el terreno de los enfrentamientos.

  • Así inició la escalada. Durante septiembre, y mientras los actores aún seguían participando de las negociaciones en Moscú, el Kremlin comenzó a enviar más y más armamento, vehículos militares, aviones caza, misiles y personal militar con el fin de ofrecer respaldo inmediato a Assad.

¿Qué había cambiado?

Podríamos decir que en realidad esta nueva embestida rusa se venía ya cocinando a lo largo de los últimos veces. Estos son algunos de los factores que la propiciaron.

  • Entre abril y mayo, hubo un acuerdo entre Turquía, Qatar y Arabia Saudita para limar sus asperezas y armar una coalición entre las diferentes milicias que estas potencias apoyan. Como resultado, por primera vez en esta guerra civil, una gran cantidad de las milicias más importantes iniciaron ofensivas conjuntas las cuales resultaron en severas derrotas para el presidente Assad.

  • La estrategia de EU para atacar a ISIS a lo largo de este año, resultó altamente ineficaz. Entre otras cosas, el concentrar los bombardeos más en Irak que en Siria, había permitido que el “Estado Islámico” hoy ya controle un 50% del territorio de ese país. Para incrementar su eficacia, Washington incrementó su presión sobre Turquía para incorporarse a esta estrategia. Ankara accedió, pero siempre y cuando quedara claro para todas las partes que el combate a ISIS debería venir acompañado por un combate mucho más directo en contra de Assad (y a militantes kurdos, enemigos de Ankara).

  • Esta estrategia suponía el establecimiento de una franja de territorio dentro de Siria que fuese ocupada por Turquía, y que debía estar libre de ISIS (y obviamente también libre de Assad).

  • Así, tras el acuerdo, Washington empezó a usar las bases aéreas turcas para desde ahí lanzar sus bombardeos contra ISIS, los cuales se han enfocado ahora, en territorio sirio más que en Irak. A su vez, Turquía se incorporó a estos bombardeos y otras potencias como Reino Unido y Francia anunciaron que harían lo propio (lo cual ya han iniciado).  

La lectura del Kremlin

De todo lo anterior, esto es lo que Putin parece interpretar:

  • Assad, su aliado. hoy se encuentra en uno de sus peores momentos en esta guerra civil.

  • Por consiguiente, la posición rusa para negociar una salida que permitiese garantizar sus intereses, parecía irse debilitando.

  • Adicionalmente, Estados Unidos y sus aliados, ahora efectuaban bombardeos en territorio sirio a sus anchas, situación que estaba ya por incluir una ocupación terrestre parcial por parte de Turquía.

  • Por último, de manera evidente y declarada incluso por Washington, estos actores no estaban únicamente enfocados en combatir a ISIS. Assad era parte del paquete, y Moscú estimó que ya no podía permitirlo.

Los objetivos de la intervención directa de Moscú

  • Entre los objetivos para primeramente haber robustecido su presencia militar, y posteriormente, haber tomado la decisión de atacar posiciones rebeldes, se encuentra sin duda inicialmente, fortalecer la posición de Moscú ante cualquier desenlace o salida de esta guerra civil. Por si a alguien le quedaba duda, la palabra de Rusia tendrá que ser escuchada, y sus intereses deberán ser incorporados dentro de cualquier esquema de resolución del conflicto.

  • Para ello, el reforzamiento de la posición de Assad puede ser meramente instrumental. O no. El Kremlin podría permitir que Assad permaneciera durante un período de transición y posteriormente dejase el poder. Lo que Moscú quiere asegurar es que cualquier desenlace futuro considere sus intereses en esa zona de influencia estratégica que el Kremlin no está dispuesto a dejar ir.

  • Mucho más allá de Siria, sin embargo, el mensaje es más amplio. Rusia quiere demostrar –así lo ha hecho una y otra vez- que está dispuesta a usar la fuerza y llegar tan lejos como tenga que llegar para garantizar sus intereses, a pesar de las sanciones diplomáticas y económicas que pesan en su contra, a pesar de contrariar los intereses de Washington y sus aliados y a pesar de encontrarse en una situación económica enormemente débil. El escenario para enviar este mensaje es Siria, porque ahí las condiciones actuales favorecen el que así lo sea, pero la idea que hay detrás de ese mensaje podría ser transmitida en otros territorios del planeta, siempre y cuando estos sean considerados como estratégicos para Moscú.

  • El discurso de Rusia indica que está ayudando a Assad a combatir a los terroristas. Varios grupos rebeldes y potencias acusan a Moscú de que sus ataques no han sido efectuados contra posiciones de ISIS, sino contra posiciones de otras milicias. Sin embargo, para Moscú, sus metas, y el mensaje que desea transmitir, lo relevante no es si los ataques son contra ISIS o si son contra otros grupos rebeldes que actualmente atacan a Assad (los cuales por cierto, también son considerados como terroristas por el Kremlin). Lo relevante es, en cambio, mostrar su fuerza y su disposición a utilizarla, si estima que sus intereses estratégicos son puestos en riesgo.

La lamentable realidad es que en las últimas semanas se han dado pasos definitivos en dirección del escalamiento de esta guerra civil, la cual ya ha resultado en la mayor tragedia humanitaria de los últimos años, y la cual podemos anticipar, está hoy más lejos del final de lo que ya estaba. ¿Usted qué piensa?


Twitter: @maurimm

 

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