Las horas hábiles son un concepto creado para referirse a las horas del día, mes o año empleadas en actividades laborales. Sin embargo, la organización social y económica actual, en la que la calidad de vida de las personas es cada vez menor a causa del número de horas hábiles y, sobre todo, de las condiciones en las que éstas se ejercen, se vuelve necesario hacer un alto.

GIRE lo hizo para hacer una revisión puntual de la conciliación entre la vida laboral y la vida personal que existe en México, del estado de las leyes y normas nacionales que van en ese sentido, de buenas prácticas internacionales (y algunas pocas de casa. El resultado se encuentra en el informe Horas Hábiles.

El , realizado con el apoyo de Fundación Banorte, el GIRE documenta lo fallido de las políticas actuales respecto a la corresponsabilidad entre la vida laboral y la vida personal y familiar.

La fragmentación y el conflicto entre estos ámbitos generan frecuentes situaciones de explotación laboral, de opresión, de desigualdad y violaciones a derechos humanos. Hay malestar personal, familiar y social que repercute negativamente tanto en la productividad de las personas como en su calidad de vida fuera del trabajo.

GIRE encontró que hay decenas de pendientes del Estado mexicano para que, por ejemplo: las abuelas dejen de cuidar al 51% de los menores de 6 años hijos de trabajadores y trabajadoras que no cuentan con servicio de estancia infantil; o para que las licencias de maternidad sean de 14 semanas, como señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y las de paternidad rebasen los cinco días que hace poco se incluyó en la Ley Federal del Trabajo.

De hecho, México no ha ratificado los convenios 156 y 183 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que establecen la obligación de los estados miembros de crear políticas que permitan que las personas con responsabilidades familiares que desempeñen o deseen desempeñar un empleo ejerzan su derecho a hacerlo sin ser objeto de discriminación y sin que signifique un conflicto entre sus responsabilidades familiares y profesionales.

Otro dato: en el caso de mujeres afiliadas al IMSS, dos de cada tres trabajadoras que se convierten en madres abandonan o las cesan de su empleo, pues del número de afiliadas en 2015, sólo una tercera parte lo seguía siendo en el primer trimestre de 2016.

En el país permanecen incongruencias como que México ratificó el Convenio 100 de la OIT que lo obliga a garantizar la igualdad de remuneración, pero en la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 la igualdad salarial es un requisito “no crítico”, o no indispensable, para obtener la certificación de igualdad laboral y no discriminación.

El de GIRE incluye un checklist para que empleadores implementen medidas para avanzar en esa conciliación, independientemente de las reformas legislativas y las políticas públicas que el Estado debe implementar en la materia.

Se trata de elementos fácilmente aplicables en las normativas internas, sobre todo con base en la experiencia de quienes ya se han animado a hacerlo. Las básicas: horarios flexibles o escalonados, licencias de maternidad de 14 semanas y de paternidad de 15 días, ambiente libre de discriminación para la mujer durante la lactancia y que todas y todos los empleados, independientemente de su esquema de contratación, tengan acceso a seguridad social.

La vida personal no se detiene, no puede esperar a que haya mejores condiciones laborales para transcurrir minuto a minuto. La calidad con la que se vive fuera de las horas hábiles depende directamente de las condiciones que los empleadores, federales o privados, decidan otorgar a sus trabajadores. El reto es hacerlas conciliables para que nadie pierda y existe evidencia científica de que los empleadores no deben temer por sus ganancias.

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