Esta es la semana mundial de la lactancia instaurada por el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF). Tiene como objetivo llamar la atención sobre la importancia de lactar a los niños y niñas: “La leche materna es el único alimento que el niño/a necesita para los primeros seis meses de vida”, asegura la agencia que en colaboración con el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC) busca evitar la disminución de las tasas de lactancia a nivel mundial.

Las agencias de Naciones Unidas aseguran que la lactancia materna ayuda a prevenir padecimientos crónicos como obesidad, infecciones respiratorias y gastrointestinales, ya que sus beneficios no sólo reducen la mortalidad infantil, sino que perduran hasta la adultez y se correlacionan con un mejor desarrollo sensorial, cognitivo y coeficiente intelectual.

Isabel Crowley, representante de UNICEF en México ha asegurado que los prejuicios y los mitos son los principales obstáculos para la lactancia, por eso sólo uno de cada siete niños y niñas son amamantados.  México se ubica en los últimos lugares en la región. Mientras que el promedio regional es de 37.9% en México sólo se amamanta al 14.4%.

Hay esfuerzos locales, tales como el de la Secretaría de Salud del DF que busca que las mujeres comprendan los beneficios de la lactancia materna y buenas prácticas en la realización de esta actividad. A través de su red de centro de salud y hospitales materno infantiles, busca lograr este objetivo, además cuenta con dos bancos de leche materna donde se almacena el excedente de leche materna.

El año pasado el Gobierno del Distrito Federal (GDF) lanzó la campaña “No le des la espalda. Dale pecho”, que fue criticado por grupos feministas y por la opinión pública, al colocar toda la responsabilidad en la mujer sin atender al sistema que limita las posibilidades de las mujeres, por ejemplo de quién tiene que conciliar su vida reproductiva con su vida laboral. GIRE ha señalado que “”.

Entre las políticas necesarias para lograr una conciliación entre la vida laboral y reproductiva se encuentra la de ampliar la licencia de maternidad a 16 semanas (el estándar recomendado por la Organización Internacional del Trabajo) y establecer que la mujer pueda decidir cuándo tomar estas semanas de licencia; horarios flexibles para fomentar la corresponsabilidad en el cuidado de hijos e hijas, además de aumentar el número de estancias infantiles.

A un año de que el GDF prometió 92 lactarios como beneficio a las empleadas de las dependencias, sólo existen 28 y algunos son desconocidos para las trabajadoras o son espacios inservibles y antihigiénicos.  De acuerdo con las notas de prensa, 13 dependencias rechazaron la construcción de un lactario pues “”. Organizaciones como LacMater han señalado que estas declaraciones del GDF sólo son una herramienta política: “Siempre es más fácil construir espacios físicos, bancos de leche, lactarios, que capacitar al personal de salud”, aseguró Paloma Lerma, coordinadora general de la organización.

”, asegura Ana Charfén Norma, consultora que dirige cozybebé, promotora de información  sobre lactancia materna.  Entre 2006 y 2012 el consumo de fórmulas lácteas en menores de 6 meses aumentó en 5.5 puntos porcentuales, de acuerdo con UNICEF.  Estos intereses económicos, el prejuicio y los mitos sobre la lactancia, además de las barreras para conciliar la vida laboral y reproductiva están pulverizando la práctica de la lactancia materna y favoreciendo el consumo de fórmulas lácteas en beneficio de empresas que venden sus productos al Estado.

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