Un cambio profundo en una institución pública es uno de los retos más difíciles que puede enfrentar un gobierno. La ambición de una reforma perfecta debe ser medida contra la realidad política, fiscal y la propia capacidad del gobierno de gestionar la reforma.

Por ello, lo que se ha hecho con la Policía Nacional de Honduras es un ejemplo notable de un cambio radical. Cientos de funcionarios han dejado la institución y están siendo reemplazados por una nueva generación de policías, mejor entrenados y mejor preparados. Los invitamos a ver este  sobre la transformación de una institución, narrada por sus protagonistas, que está al frente en los esfuerzos de darles más seguridad y mejor vida a los hondureños.

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