Según el catálogo online de Patek Philippe, actualmente la manufactura de Ginebra cuenta con 27 referencias diferentes con calendario perpetuo disponibles para sus clientes. Pocos datos son tan reveladores de la importancia de una complicación en la trayectoria de una marca y del músculo técnico que ésta tiene para ofrecer una variedad tan amplia.

El calendario perpetuo es una de las complicaciones más representativas de la Alta Relojería. Para muchos coleccionistas, sigue siendo la meta a la que aspirar bajo la sagrada fórmula del reloj capaz de indicar el día, la fecha, el mes y el año bisiesto, sin necesitar ajuste en un siglo.

La nueva Ref. 5320G de Patek, con caja de oro blanco de 40 milímetros, es un compendio de la gran experiencia que la casa ha adquirido desde 1925, cuando desarrolló el primer calendario perpetuo de pulsera. Otro hito fue la Ref. 1518, de 1941, el primer calendario perpetuo con cronógrafo de la historia.

Esta última pieza es fundamental para comprender la evolución de este tipo de relojes. Ya que buena parte de la esfera estaba ocupada por los contadores del cronógrafo, se decidió añadir unas pequeñas ventanas junto al eje central de las manecillas para las indicaciones del día y la semana. Mientras, la fecha y las fases lunares se acomodaron en un contador a las 6.

Que esa disposición siga presente en un guardatiempo creado 76 años después, demuestra lo acertado de aquella solución. Desde entonces, la doble ventana se ha mantenido como una de las señas de identidad de Patek por su facilidad de lectura.

Este gusto por la limpieza del diseño se traslada a la elegante carátula del 5320G, con dos modificaciones que hablan del progreso de la manufactura. Una es la ventana de indicación día/noche entre las 7 y las 8, y la otra es la ventana de años bisiestos entre las 4 y las 5.

Como curiosidad, cabe recordar que la indicación de año bisiesto apareció hasta la Ref. 3450 de 1981. Durante cuatro décadas, los calendarios perpetuos de Patek eran capaces de saber si el mes de febrero acababa en 28 o 29, pero no tenían modo de indicar al usuario en qué año estaban.

Es precisamente el modelo 3450 el que más recuerda estéticamente al nuevo 5320G, aunque éste nutre su espíritu historicista con otros detalles de relojes de la década de 1950, como las referencias 2497, 2438 y 2405. Entre esos detalles se destacan el color marfil de la carátula; la luminiscencia de las manecillas tipo bastón, de los cabujones de apliques de oro que marcan los cinco minutos y de los índices; o el virtuoso diseño en triple canal de las asas de la correa.

La nostalgia no llega, sin embargo, al mecanismo de carga automática, para el cual Patek no ha dudado en utilizar innovaciones técnicas como la espiral de silicio Silinvar, que asegura una precisión en una tolerancia que va de -3 a +2 segundos al día.

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