Con la innovación como mantra, Thierry Stern parece haber encontrado una prometedora veta creativa para la firma que es propiedad de su familia desde 1932. No se trata de los sorprendentes desarrollos tecnológicos que los fieles de Patek Philippe esperan como un milagro cada 12 meses o menos, y que son lo primero que viene a la mente cuando se habla de innovar. Sin embargo, es algo que también requiere de soluciones de I+D para ver la luz. En 2016, por segundo año consecutivo, el CEO Stern presentó una referencia muy Thierry que combina expresiones relojeras que no nacieron para estar juntas.

(Antes de seguir, conviene poner en perspectiva la importancia que Stern le da a la innovación en una época con tantas marcas de relojería enfermas de hipotensión financiera. “Hay que desarrollar muchos productos con innovaciones, porque es la única forma de salir de la crisis o sobrevivir a ella”, dice en una entrevista que publicamos en Tiempo de Relojes. “Pero tienes que ser innovador dentro de tu área, no jugar a hacer algo electrónico. Quizás eso debilita a las marcas, se están concentrando mucho en un gadget [se refiere a los smartwatches]. Patek Philippe no lo hizo y creo que es una de las razones de nuestro éxito.” Fin del paréntesis.)

La gran dama ginebrina lanzó en 2015 el Calatrava Pilot Travel Time referencia 5524, una interpretación muy libre de dos relojes de aviador con ángulo horario, o sidéromètres, de los años 30 que están en el Museo Patek Philippe. Stern y su equipo decidieron que la pieza actual no tuviera la función de ángulo horario, que si se utiliza junto con un sextante y una señal de radio permite calcular la posición de manera rápida y precisa. En su lugar optaron por un segundo huso horario, más acorde con los hábitos y las necesidades de un hombre del siglo xxi, pero impensable como indicación complementaria para un pilot en la época de los sidéromètres originales. Aunque polémico, este guardatiempo —que se produjo en oro blanco para acentuar su rareza y exclusividad— ha sido un éxito, de acuerdo con Stern.

Para el Cronógrafo con Hora Universal referencia 5930, su modelo estrella de 2016, la firma ha vuelto a inspirarse en un reloj de una singularidad notable que también pertenece al Museo Patek Philippe. Es la referencia 1415-1 HU de 1940, que hasta ahora era la única creación de la manufactura con cronógrafo y hora universal, otra combinación poco frecuente. Además tiene escala pulsométrica (15 pulsaciones) y asmométrica (cinco respiraciones). Por ello se piensa que fue un pedido especial de un médico. La casa de subastas Christie’s lo identifica como el doctor P. Schmidt.

La caja del 1415-1 HU mide 35 milímetros de diámetro y es de oro amarillo. Tiene 33 ciudades e indica las zonas horarias gracias al sistema que diseñó el relojero Louis Cottier a principios de los años 30 y que adoptó Patek Philippe desde la referencia 515 HU de 1937, un reloj rectangular estilo art déco con 28 ciudades que se cree fue el primero de la marca con ese sistema (hay tres ejemplares conocidos). Este honor se lo disputa la referencia 96 HU, un Calatrava con 29 ciudades cuyo número de caja (294861) es anterior al del 515 HU (294862), según Sotheby’s. Ambos se vendieron en 1937 y es muy posible que fueran prototipos, ya que ninguno tiene el nombre de la marca en la carátula.

Curiosamente, en 1939 Patek Philippe produjo la referencia 130, una pieza única con cronógrafo y los nombres de 24 ciudades en la carátula. Sin embargo, el mecanismo no tiene módulo de hora universal, sino que los distintos husos horarios se calculan a partir de Berlín, que se ubica en la posición de las 12 horas. Puede decirse, entonces, que es un cronógrafo con carátula de hora universal.

De vuelta al presente, Patek Philippe ha enfrentado el desafío de actualizar la referencia 1415-1 HU de manera parecida a como hizo el año pasado con los sidéromètres. Así, en el nuevo Cronógrafo con Hora Universal referencia 5930, la marca volvió a preferir la libertad de imaginar un reloj contemporáneo antes que el corsé de imitar un modelo histórico.

Con esa prioridad era normal que sus relojeros consiguieran un hito muy propio de estos tiempos: el de crear el guardatiempo de su tipo más delgado del mundo, con un espesor de 7.91 milímetros sólo para el movimiento y de 12.86 milímetros con la caja de oro blanco. La manufactura ha elaborado el calibre ch 28-520 HU con base en el ch 28-520, que fue el primer mecanismo de cronógrafo automático —con rueda de pilares y embrague vertical— que Patek Philippe desarrolló internamente. Se estrenó en el Cronógrafo con Calendario Anual referencia 5960P de 2006.

El proceso no fue ni por asomo tan sencillo como añadirle sin más el módulo de Hora Universal Patek Philippe al calibre CH 28-520. Hubo un replanteamiento de la arquitectura, con reconstrucción de puentes y modificación de distancias, entre otras cosas, para reducir el tamaño del totalizador de 30 minutos del cronógrafo, ubicado a las 6 horas, acercarlo al centro y abrir espacio para los tres discos de indicaciones.

En el límite exterior de la carátula del reloj está el disco móvil de los 24 husos horarios, cada uno representado por una ciudad. (En la antigua referencia 1415-1 HU, las ciudades aparecían en el bisel.) Luego se encuentra la escala de los segundos con división en cuartos de segundo. Por último está el disco, también móvil, de las 24 horas con indicación día/noche (cifras azules sobre fondo plateado y cifras blancas sobre fondo azul, respectivamente).

Como se mencionó, el sistema de hora universal está basado en la invención del suizo Louis Cottier (1894-1966), que facilita la lectura del guardatiempo. Las manecillas centrales indican la hora de la ciudad que está a las 12. Los discos de las ciudades y de las 24 horas muestran la hora en los otros 23 husos y señalan si es de día o de noche en cada lugar.

Si el dueño del reloj sale de viaje, el pulsador de las 10 le permite mover los discos de las ciudades y de las 24 horas en sentido antihorario en tramos de una hora, mientras la manecilla de las horas avanza en sentido horario hasta que la ciudad deseada alcanza la posición de las 12. Estos ajustes no afectan ni la amplitud del volante ni la precisión de la manecilla de los minutos, pues el módulo de hora universal y la manecilla de las horas se desconectan del movimiento base. La manecilla del cronógrafo tampoco se detiene durante este proceso. De hecho, el embrague vertical permite utilizarla como manecilla de segundos permanente sin que altere la precisión o la reserva de marcha, que es de hasta 55 horas. El cronógrafo se opera mediante los pulsadores de las 2 (puesta en marcha y parada) y de las 4 (vuelta a cero).

A diferencia de su fuente de inspiración, cuyo centro lo ocupa la escala asmométrica, la referencia 5930 tiene un hermoso guilloché azul con motivo radial que lo emparenta con la genealogía de los relojes de hora universal de la casa, generalmente adornados con esta clase de métiers d’art o con reproducciones en esmalte cloisonné de continentes. El segundo lanzamiento con hora universal de 2016, la referencia 5230, tiene un guilloché con motivo “canasta” grabado a mano e inspirado en un reloj de bolsillo del Museo Patek Philippe. Su mecanismo es el calibre 240 HU automático que sólo mide 3.88 milímetros de grosor y tiene un minirotor de oro, además de que garantiza 48 horas de reserva de marcha. La caja, de oro blanco o rosa, mide 38.5 milímetros de diámetro y 10.23 milímetros de espesor.

Patek Philippe anunció que este modelo reemplazará todas sus referencias con hora universal existentes por el cambio en la designación de los 24 lugares representativos de los husos horarios, lo que ha obligado, por ejemplo, a poner a Dubái en vez de Riad y a Brisbane de Numea. Asimismo, Moscú ha sustituido el utc +4 por el UTC +3. Estas modificaciones también se observan en el Cronógrafo con Hora Universal.

Hay otra evolución importante en la referencia 5230. La manecilla de las horas es calada, y no de aro como en sus antecesores, con la forma inspirada en la constelación de la Cruz del Sur. Por su parte, la manecilla de los minutos, que antes era tipo dauphine, va recortada en forma de rombo.

Queda por ver si Thierry Stern seguirá explorando el camino de los relojes con mezclas de complicaciones inesperadas y sorpresivas. De una deidad como Patek Philippe siempre se pueden aprender lecciones. La de este año: que la innovación tiene más rostros de los que pensábamos.

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