Steve Jobs, el creador de Apple, era hijo de un inmigrante sirio que llegó a EU huyendo de la represión en el Líbano, donde había participado en protestas callejeras contra el Gobierno de ese país. Ayer esa gigante tecnológica se unió al frente legal contra el veto migratorio de Donald Trump.

Pero no fue la única, otras 96 empresas tecnológicas y dos ex secretarios de Estado presentaron demandas ante la justicia contra la norma. Se trata del más reciente capítulo de una historia que se inició el 27 de enero, cuando Trump prohibió el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de Irán, Iraq, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen y suspendió la llegada de refugiados.

Además de Apple, Facebook, Google, Microsoft y otras firmas presentaron un documento legal ante el tribunal federal de apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco. El texto suscrito por la industria tecnológica, que contrata a miles de inmigrantes, denuncia que la orden presidencial “inflige un daño significativo a los negocios estadounidenses, a la innovación y al crecimiento”.

Las compañías argumentan que la orden presidencial perjudica el reclutamiento y el mantenimiento de personal talentoso, amenaza las operaciones del negocio e impide a las empresas atraer inversiones a EU.

¿Decreto suspendido?

El viernes por la noche, el juez federal de Seattle, James Robart, emitió una orden temporal válida en todo el territorio estadounidense que se tradujo el sábado en una suspensión de las restricciones impuestas por el decreto. Ese mismo sábado, el Departamento de Justicia interpuso una demanda ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de San Francisco para restablecer inmediatamente las medidas.

Sin embargo, el tribunal la rechazó el domingo.

Demócratas y el MoMA

En paralelo, un grupo de figuras del Partido Demócrata, como los ex secretarios de Estado John Kerry y Madeleine Albright, pidió ayer a la corte federal de apelaciones que mantenga la suspensión de la prohibición migratoria. Y el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) empezó a exponer obras de artistas de las nacionalidades a las que pretende bloquear el acceso al país.

Los demócratas argumentan que el decreto “fue mal concebido, mal implementado y mal explicado”. Mientras que en el MoMA, entre los cuadros de los reverenciados Pablo Picasso, Vincent van Gogh, Henri Matisse o Claude Monet, que admiran diariamente cientos de personas, se han colado las obras de pintores y escultores de Irán, Sudán e Iraq.

Por si alguno de los visitantes tiene alguna duda del porqué de la repentina irrupción de estas obras de arte, un breve texto en el lateral de cada una de ellas lo aclara.

Esta obra pertenece a un artista de una nación a cuyos ciudadanos se les niega el acceso a Estados Unidosy#8230; Esta es una de varias obras de la colección del museo instaladas en la quinta planta para reafirmar que los ideales de la bienvenida y la libertad son vitales en este museo, así como en Estados Unidos, rezan los letreros.

En la corte Los demandantes Abogados de los estados de Washington y Minnesota, que impugnaron el decreto migratorio de Donald Trump, presentaron a primera hora de ayer sus argumentos ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco.

El gobierno

El equipo del presidente también argumentó en favor de su veto migratorio.

El presidente decide

En su apelación, el Gobierno argumentó que solo el presidente tiene autoridad para decidir quién puede ingresar a Estados Unidos.

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