“Sin justicia ni paz no habrá suelo suficiente para sanar a la patria y devolverle su ser”, establece Javier Sicilia en conmovedora carta abierta a Andrés Manuel y Olga Sánchez Cordero.

En entrevista con el también dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad coincidimos en que los 200 mil muertos y 30 mil desaparecidos nos alejan de la civilización y nos arrojan a la barbarie. Qué sentido tiene hablar de reformas educativa o energética cuando hay por lo menos cien mil fosas clandestinas en todo el país. A menos que nos hayamos acostumbrado a pisar sobre los huesos.

A ver: en ninguna nación de este planeta se ha incrementado la criminalidad a cifras exponenciales como las que se han disparado en México; según los datos publicados apenas este lunes por el Inegi, el recuento total de 2017 es de 31 mil 174 homicidios, 6 mil 615 más que en 2016; también llegamos a la nefasta estadística de 25 asesinatos por cada 100 mil habitantes; hemos rebasado ya a Colombia con 24 y estamos cerca de superar el récord continental de Brasil con 29; es evidente que ha fallado estrepitosamente la estrategia de las guerras de los gobiernos recientes contra el crimen organizado; ya no es solo el trasiego de drogas, es la extorsión, los derechos de piso, los secuestros y el robo de combustible; el país es hoy un reguero de sangre.

Pero volviendo a la carta del poeta, Javier reconoce que “es una alegría saber que el gobierno entrante haya decidido asumir al fin la emergencia nacional y la tragedia humanitaria que México padece… y que, como lo expresó Olga Sánchez Cordero, haya decidido enfrentarla no con la violencia de las armas sino con la justicia transicional”.

Sin embargo, Sicilia advierte dos riesgos en la convocatoria del lopezobradorismo:

—Que como prioridad de la justicia se siga colocando la amnistía, “una palabra equivocada”, porque se refiere al olvido; ya que la justicia tiene también un rostro jurídico y solo se podrá hablar de amnistía cuando se ejerzan los derechos de las víctimas a la verdad, la reparación integral del daño y que los responsables de los crímenes sean puestos frente a sus juzgadores; “hacerlo al revés, sería quedarnos a merced del horror y la impunidad”.

—El otro aspecto que preocupa al hombre que vivió como nadie el dolor inmenso y profundo de su pérdida, es esta aparente actitud de los integrantes del nuevo gobierno de inventarlo todo. “Como si estuviéramos partiendo desde cero; como si durante todos estos años no hubiésemos construido caminos, pese y contra las simulaciones de los gobiernos”.

Y es que, como han anunciado los futuros funcionarios —que ya lo son de facto— habrán de realizarse Foros de Pacificación y Reconciliación itinerantes, que comenzarán el próximo 7 de agosto en la icónica Ciudad Juárez. En los que parece no habrán de tomarse en cuenta ni los encuentros ni las marchas ni los cuasiheroicos esfuerzos previos. Incluso los que han llevado a la promulgación de leyes que derivaron en la Comisión de Atención a Víctimas y la recién creada Comisión Nacional de Búsqueda, que no por falta de apoyos de la actual administración han perdido su valor.

Finalmente, el exhorto del poeta: “no diluir la gravedad de la tragedia en un show mediático”. Y vuelve a tener razón, ya ven que hasta al Papa andaban trayendo.

Periodista. ddn_rocha@hotmail.com

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