Brenda y Ricardo supieron sortear la trampa que todo joven enfrenta cuando inicia su vida laboral: no te contratan porque no tienes experiencia, pero no puedes tener experiencia si nadie te contrata. De poco ayuda que tengas un título universitario.

Después de pasar por un riguroso proceso de selección, ambos entraron al Programa de Trainees de Nestlé que, en palabras de Dana Victores, gerente de Atracción de Talento de la empresa, es “el semillero para posiciones importantes en la compañía”.

Brenda tiene 26 años y estudió Economía en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán. En los últimos semestres de la carrera ingresó al programa de becarios de una transnacional. Estando acostumbrada a investigar, proponer y adaptarse a nuevos cambios, ella se sentía “encasillada” por la monotonía de sus funciones. No tenía oportunidad de crecer en la compañía. De hecho, ni siquiera de seguir allí.

“No te daban la posibilidad de quedarte dentro de la empresa, una vez que acababas tu programa como becario tenías que empezar a buscar de cero”, recuerda. Para Brenda, la experiencia con Nestlé ha sido distinta. Ya casi cumple un año en el programa y tiene planes de seguir en la compañía. La empresa se lo asegura. “Lo que buscamos es que se queden dentro de la compañía y que vayan creciendo en su carrera profesional”, afirma Victores.

Transmitir conocimiento. Desde que Ricardo era estudiante de Negocios Internacionales en la Universidad de las Américas Puebla comprendió que debía adquirir algún tipo de experiencia si es que quería encontrar trabajo.

No estaba equivocado. De acuerdo con una encuesta levantada por el Centro de Investigación para el Desarrollo (Cidac) en 2014, la principal razón por la que las empresas no contratan jóvenes es la falta de experiencia.

Pero Nestlé ve las cosas de manera diferente. “Nosotros tenemos aquí muchos colaboradores con gran experiencia, por eso es que no les requerimos [a los jóvenes] que traigan la experiencia, nosotros les vamos a transmitir todo ese conocimiento. Lo que sí necesitamos es que tengan competencias, iniciativa, empuje y pasión por lograr resultados”, dice Victores.

Falta comunicación. La falta de experiencia no es el único factor que inhibe la contratación de jóvenes. El estudio enlista otros factores como “no saber venderse”, aspiraciones salariales muy altas, falta de habilidades sociales, de conocimientos técnicos y mala imagen. El problema es que las empresas tampoco comunican su sentir ni a los aspirantes ni a las universidades. “No es que les falte preparación o conocimiento, les falta la orientación, decirles cómo las competencias que desarrollaron en su escuela se traducen al mundo laboral y plasmarlas en su CV para que sea atractivo”, dice.

“Lo que como empresas requerimos es importante que se lo digamos tanto a las escuelas como a los jóvenes, y que empiecen a cambiar su vocabulario y su manera de ver las cosas para que estos dos mundos de verdad tengan una convergencia”, señala. Además de su programa, Nestlé creó la Iniciativa por los Jóvenes, proyecto pionero en México que además de crear nuevas fuentes de empleo, buscará orientar a más de 300 mil estudiantes de secundarias públicas y bachilleratos técnicos para que sepan cómo prepararse para el mundo laboral.

“Ellos son la generación que van a ser nuestros líderes en el futuro, si no les ponemos atención ahorita, ¿qué futuro vamos a tener en las empresas y qué tipo de talento vamos a tener si los seguimos rechazando?”, declara. “No podemos rechazar las bondades que sí tiene esta generación, lo importante es cómo capitalizamos sus competencias”, concluye.

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