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La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) reveló que durante junio pasado, el 69% de la población mayor de edad consideró que, en términos de delincuencia, vivir en su ciudad es inseguro.

Aunque esta cifra no representa un cambio significativo en el nivel de percepción respecto a junio de 2014 (70.2 %), aumentó un punto porcentual en relación al mes anterior.

La encuesta trimestral diseñada por el INEGI mide la sensación de inseguridad por temor al delito, la expectativa social sobre la tendencia del delito, la atestiguación de conductas delictivas o antisociales, el cambio de rutinas por temor a ser víctima del delito y la percepción del desempeño de las policías y autoridades.

De acuerdo con el documento del INEGI, marzo de 2014 fue el mes en que los mexicanos percibieron mayor inseguridad. Durante ese mismo mes, el Índice de Seguridad Pública en América Latina 2014 reveló que México era el quinto país con mayor inseguridad para el desarrollo de los negocios en la región.

El 63% de los encuestados consideran que durante los próximos doce meses, la delincuencia en su lugar de residencia, seguirá igual de mal o empeorará. El 35% tiene una opinión más positiva que ya dice seguirá igual o mejorará.

El consumo de alcohol en la calle es una de las tres conductas delictivas o antisociales que la población señaló como más frecuentes en su entorno habitacional en los últimos tres meses. Le sigue el robo o asalto (65%) y el vandalismo (58.5%).

En contraste, las situaciones o hechos que suelen ver menos son la venta o consumo de drogas (42%), bandas violentas o pandillerismo (33.5%) y disparos frecuentes con armas (21.2%).

En el caso de haber sido testigo de disparos frecuentes con armas, esto ha disminuido de 4.8 puntos porcentuales respecto a los resultados obtenidos en el cuarto levantamiento realizado en junio de 2014.

Aunque algunas cifras han disminuido, la inseguridad persiste en la mente y rutina de los ciudadanos, ya que parte de los encuestados declaró haber modificado sus hábitos en los tres meses anteriores, por temor a sufrir algún delito.

El 64% dijo ya no cargar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito, el 62% modificó sus hábitos respecto a permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda, el 50% dejó de caminar por los alrededores de su vivienda después de las ocho de la noche y el 30% cambió rutinas relativas a visitar parientes o amigos.

El segundo cambio de rutina más frecuente, el cual tuvo un incremento significativo respecto del mismo período de 2014 con 11 puntos porcentuales, es la prohibición a los menores a salir de su casa.

En cuanto al desempeño de las autoridades, la Gendarmería Nacional fue la mejor evaluada, ya que 63% dijo que era “muy o algo efectivo”, enseguida se ubica la Policía Federal con el 57%, mientras que para las Policías Estatal y Preventiva Municipal estuvo bien evaluada por el 39% y 33% de los encuestados, respectivamente.

Uno de los problemas, sobre todo a nivel de los estados, es que la gente no identifica a sus autoridades. Tanto la identificación de la policía municipal como la estatal disminuyeron cinco puntos porcentuales con respecto al año pasado.

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