Carta abierta a nuestro
presidente electo, Andrés
Manuel López Obrador.

Gracias al interés de EL UNIVERSAL, durante los últimos cuatro meses de campañas compartí en estas páginas reflexiones y propuestas sobre el medio ambiente para forjar una economía más sólida y una sociedad más equitativa. Escribí sobre su importancia para la seguridad nacional y su estrecha relación con la pobreza, justicia social, pueblos indígenas, salud pública, seguridad alimentaria, energética e hídrica, pérdida de biodiversidad, cambio climático, religión, asesinatos de defensores ambientales, inversiones públicas y privadas, innovación científica y tecnológica, los millennials, México en el ámbito internacional, y la transparencia y rendición de cuentas.

Subrayé que el principal pendiente ambiental de las tres últimas administraciones —PAN y PRI— fue hacer cumplir la ley. Muchos de estos temas fueron también abordados por organizaciones sociales y universidades, con propuestas concretas y llamados al diálogo. Desafortunadamente, la respuesta de los candidatos y sus partidos dejó mucho que desear. Simplemente no hubo interés y el tema ambiental no fue prioridad.

Ahora que usted, licenciado Andrés Manuel López Obrador, fue electo presidente de la República con el voto de una clara mayoría de mexicanos para cumplir su promesa de inspirar y liderar una transformación profunda —y necesaria— de México, es ineludible hacer un alto en el camino y darle al medio ambiente la importancia que merece en esa transformación.

Leí con atención el componente ambiental de su proyecto de nación y debo decir que, aunque comparto el diagnóstico, las propuestas son vagas y están plagadas de lugares comunes. No es suficiente decir que “estaremos a la vanguardia en el monitoreo de la contaminación del agua, seremos un país con ecosistemas sanos y productivos, los pueblos originarios se beneficiarán de una nueva política de aprovechamiento sustentable, viviremos en ciudades con aire más limpio, seremos líderes en cambio climático, transparencia, participación ciudadana, justicia ambiental y un ejemplo mundial en conservación”. Son buenas intenciones, muchos qués, pero falta definir los cómos e identificar los medios para alcanzarlos.

Desconozco la trayectoria y capacidad de Josefa González-Blanco Ortiz-Mena, a quien usted presentó como secretaria de medio ambiente. Por supuesto que debemos darle el beneficio de la duda. En su equipo de colaboradores más cercanos, presidente electo, hay personas con experiencia ambiental reconocida y visión progresista, que podrían apoyar a su gobierno y a la maestra González-Blanco a cumplir con éxito su cometido. Como Marcelo Ebrard, quien como jefe de Gobierno del Distrito Federal y apoyado por su secretaria de Medio Ambiente, Martha Delgado, impulsaron la transformación de la ciudad, incluyendo la construcción de infraestructura de movilidad innovadora (Ecobici) y el combate al cambio climático. O como Claudia Sheinbaum, ahora jefa de Gobierno electa de la Ciudad de México, quien como su secretaria de Medio Ambiente se comprometió y apoyó esta causa.

Presidente electo López Obrador, existen hoy en México organizaciones civiles, académicas y empresariales que han apoyado durante décadas la búsqueda de soluciones integrales a los desafíos ambientales nacionales. También individuos que han hecho de la conservación de nuestros recursos naturales una prioridad. Científicos y conservacionistas como Julia Carabias, Exequiel Ezcurra, Mario Molina, José Sarukhán y Víctor Sánchez-Cordero. Artistas como Francisco Toledo y Emmanuel. Empresarios como Carlos Slim, Miguel Sánchez-Navarro, Manuel Arango y Daniel Servitje. Ellos, y muchos más, estamos ávidos de contribuir a la construcción de la agenda ambiental del próximo gobierno y a la instrumentación de políticas públicas, programas y proyectos que impulsen el desarrollo sustentable de la Nación y el bienestar de todos los mexicanos.

Respetuosamente le exhorto, presidente electo López Obrador, a que convoque a éstos y otros actores, a la ciudadanía en su conjunto —en particular a los pueblos indígenas y a los jóvenes— a sumar voluntades, esfuerzos y recursos para construir un país más justo y más próspero. El país que todos anhelamos. Solo así se podrá decir que juntos hicimos historia.

Científico y ambientalista. @ovidalp

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