Desafortunadamente, el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz pasó como si nada en nuestro país. Por ahí algunos recordatorios por parte de organismos, como el Comité Olímpico Mexicano, pero ante los problemas de salud, y sobre todo de obesidad, que se viven en México, debieron hacer mucho más.

Este concepto fue creado hace 15 años por la Organización Mundial de la Salud con el apoyo de todos los Comités Olímpicos del mundo para que haya exhibiciones, activaciones y muchas otras cosas. Es una pena que en México se hagan poco.

Hay que recordar que el problema de la obesidad y otros padecimientos relacionados con el sedentarismo se deben en gran medida al poco trabajo con la política pública para la activación física, en el que las instalaciones con las que se cuentan no se utilizan como se debe. La importancia de la activación no se ha entendido en nuestro país, mucho menos el de ocuparse al respecto desde que nace una persona hasta que llega a la tercera edad. Nos preocupamos cuando se presentan los problemas y padecimientos, pero no se hace nada para erradicar estas complicaciones de raíz.

¿Cómo se logra? Creando una cultura de la actividad física desde la niñez, en la que los padres entiendan que son los responsables de crear el hábito y de darles la alimentación adecuada. Sin embargo, esto no sucede y siempre le echamos la culpa al gobierno porque no existen los planes para hacer ejercicio, lo cual es cierto, pero no es lo único.

Hay que entender que se puede hacer ejercicio casi en cualquier lugar y que es diferente el deporte a la activación física. Como sea, tenemos la obligación de, con los medios con los que se cuente, crear esta cultura.

Por ejemplo, en natación muchos van a aprender a nadar y cuando lo logran los padres ya no los llevan, cuando debe ser algo permanente; hay que involucrarlos en el desarrollo deportivo, en que sean competitivos, lo que es otra parte importantísima en su desarrollo, ya que si adquiere ese hábito, el de la competencia, nunca lo va a dejar.

Tenemos que hacerle ver a la sociedad, a nuestro hijos, que la mejor medicina es estar bien físicamente y ser competitivos en todos los ámbitos de la vida. Es más fácil empezar de temprana edad a inculcarles la disciplina que después sufrir contra enfermedades y obesidad.

Claro que las autoridades también deben de hacer su labor, generar y llevar a cabo esas políticas que permitan erradicar con problemas como el sedentarismo y la obesidad. Sé que es difícil, pero tampoco podemos hacer como que no pasa nada, como si no existieran, así como lo hicieron con el Día Internacional del Deporte.


Profesor

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