Con casi 125 millones de habitantes y algunos otros más repartidos por el mundo, con mujeres y hombres que día a día se esfuerzan para sobresalir en sus actividades, con tantos jóvenes que necesitan ejemplos positivos para tomar camino en sus vidas… Perdón, pero México no está solamente para participar, debe ir por más.

Y no es nada contra quienes se aventuran en alguna función, ocupación o en este caso deporte, y cuyos sus resultados no aplican con esta filosofía.

En el país hay mucho talento y muchos atletas que buscan el éxito, ya sea con el apoyo de las autoridades encargadas (lo que sería el ideal) o con sus medios, pero sea como sea, una vez que están en competencia se les tiene que exigir lo mejor y más aún, aquellos comunicadores encargados de analizar la actualidad del deporte nacional deben ser coherentes con lo que dicen, ya que hay mensajes que pueden confundir a la gente que los escucha o lee.

Se trata de Germán Madrazo y su último lugar en el esquí de fondo 15 kilómetros en los Juegos Olímpicos de PyeongChang y festejó de gran manera, el simple hecho de culminar la competencia… Después de las imágenes de este hombre de 43 años con la bandera mexicana en la mano derecha y sobre los hombros de otros participantes, se polarizaron las opiniones.

Sabemos que los muchachos que van a este tipo de eventos hacen un gran esfuerzo en cuanto a gastos y que aunque no viven en nuestro país, sienten un gran orgullo por representarlo. Al final de la competencia de Madrazo, escuché un programa en MVS Radio, a Roberta Rodríguez, quien cuestionó ponerlo casi como un héroe nacional solamente por culminar su prueba y a Joshúa Maya arremeter contra su compañera al no estar de acuerdo con el análisis, pero con cierto desconocimiento del deporte de alto rendimiento.

Por supuesto que se aplaude el esfuerzo y este texto nada tiene que ver con Germán, quien estoy seguro hizo su mayor esfuerzo, sino con aquellos que envían mensajes poco acertados de hacer fiesta por un resultado como este. Todo debe estar en su justa dimensión, porque si no, cuando en otras competencias como los Centroamericanos o los Olímpicos de verano, estarán dándose de topes en la pared, prisioneros de sus palabras.

Una persona que cree que sabe de deporte, analista en medios, no puede decir que fue extraordinario el papel de este mexicano y desacredite la opinión de sus compañeros. No se mide igual a los deportistas mexicanos o pareciera que solamente se dejó llevar por el momento y las imágenes emotivas, pero se olvidó de los procesos que viven los atletas para llegar a este tipo de competencias, las diferencias entre clasificar a una justa invernal y una de verano…

No es aplaudir un último lugar por aplaudirlo porque cuando en Centroamericanos uno de los favoritos para medalla fracase en su intento tendríamos que aplaudirle también. No, se trata de entender y de hacerle entender a nuestros niños y jóvenes, que este México no solamente está para competir sino para buscar lo mejor en cada una de las cosas que se hagan, en este caso, el deporte que se practique y enviar ese mensaje debe hacerse con mucha responsabilidad.

Dejarse llevar por la emoción y no ver toda la película completa, perdón, pero eso es no tener idea de lo que es el deporte.

Profesor

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