México necesita de todos para cambiar, de hombres y mujeres; niños, jóvenes y adultos. No existe una pieza en este rompecabezas que no tenga una función para mantener fuertes y unidas a las demás… Y todo esto se debe cimentar en una figura muy importante y que no debe perder fuerza ni con el alterado ritmo de vida que llevamos hoy en día: la familia.

No hay mejor regalo para un hombre que su familia esté fuerte y unida. El ideal es que sean individuos de bien, responsables de sus actos y con la firme convicción de hacer las cosas correctamente para ayudar al progreso de una nación que hoy más que nunca necesita de su gente.

Porque no importa por quién hayan votado el pasado 1 de julio, lo que nos corresponde ahora, como mexicanos, es apoyar con trabajo y dedicación todo lo que hacemos, sin importar ideologías o códigos postales. Y para ello también resulta vital la familia. Enseñarle a nuestros hijos la importancia de jalar todos parejo y de, en la medida de nuestras posibilidades, hacer lo que no toca porque no importa quién sea el presidente en turno, los que siempre estaremos ahí somos los ciudadanos de a pie.

Pero no sólo los padres pueden enseñar algo a los hijos, sino que los hijos muchas veces nos enseñan más, con su entrega, su dedicación y esfuerzo. Para todos aquellos padres jóvenes que inician en este complicado camino de criar hombres y mujeres de bien, sepan que no será sencillo, pero con cariño y dedicación pueden hacer grandes ciudadanos. Nunca se rindan, siempre valoren cada minuto que estén con esos seres maravillosos.

En esta ocasión quiero compartirles unas palabras de mi hijo Fernando con relación al aniversario 40 de la empresa familiar. Estoy seguro de que me equivoqué en muchas cosas como padre, pero algo debí hacer bien para que mis chamacos sean hoy parte de esos mexicanos que quieren lo mejor para su país y lo demuestran con trabajo, día a día, como debe ser.

“Sé que no te gusta cuando te doy las gracias o te digo que te quiero mucho. Pero hoy te vas a tener que aguantar…

Desde que tengo uso de razón tengo una imagen increíble de ti. La imagen de una persona de enorme tamaño y extremadamente fuerte. Años después me di cuenta que esa fortaleza no solo era física, sino también de espíritu. Una fortaleza que nos transmitiste siempre y que forjaste en nosotros en todo lo que hacemos. Has vivido momentos terriblemente difíciles y siempre te levantas y nos enseñas que a la vida hay que enfrentarla siempre con la mirada en alto.

A lo largo de estos 40 años he aprendido de ti tantas cosas.... habilidades como jugar al póker, apostarle a los nadadores para que hagan sus mejores marcas y hasta regatearle los precios a la señorita que te atiende en Sanborns.

Pero de las mejores cosas que tu nos has enseñado es que la familia es lo más valioso que existe en este mundo, que todo lo que hagamos lo hagamos con pasión y entrega total, que siempre hay que ser generosos y justos en todas nuestras acciones. Y que el deporte es fundamental para vivir una vida plena, que debemos fomentarlo tanto en nosotros como en nuestros hijos, que cuerpo sano en mente sana es la mejor herramienta para enfrentar los momentos difíciles de la vida.

Felicidades Pa por esta empresa tan increíble que has construido en estos 40 años y gracias porque ha sido un orgullo y un privilegio estar siempre a tu lado.

Te amo Pa”.

Profesor

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