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El grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa para que a los compradores de boletos de espectáculos públicos en general se les reembolse el costo total del boleto adquirido, cuando un evento sea cancelado por causas ajenas al consumidor.

El diputado Edgar Romo García expresó ante el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, que la economía de los consumidores se ve afectada debido a los cargos extras que cobran las empresas de espectáculos, toda vez que no son devueltos a los compradores tras la cancelación inesperada de un show.

Explicó que en algunos casos las personas provienen de una entidad distinta de donde se realizará el evento, lo cual implica gastos adicionales como hospedaje, alimentación, tras- lado, entre otros.

Romo García comentó que la política de las empresas de no devolver íntegro el pago de boletos representa ingresos por millones de pesos, ya que son miles de compradores los que adquieren entradas.

“No estamos exigiendo una sanción para las empresas, sino que pedimos que los compradores recuperen el costo íntegro del boleto y las empresas se hagan responsables de crear los mecanismos para que los espectáculos se lleven a cabo de la mejor manera”, manifestó.

Por lo anterior, el priísta presentó una iniciativa para reformar el artículo 65 contenido en la Ley Federal de Protección al Consumidor, con la finalidad de dar mayor protección a los compradores de boletos de espectáculos públicos y hacer que se respeten cabalmente sus derechos.

En la propuesta turnada a la Comisión de Economía, argumentó que se trata de un reclamo ciudadano el reembolso económico íntegro por una cancelación inesperada sobre cualquier espectáculo público, puesto que actualmente solo se regresa una parte, es decir, no se devuelva el precio pagado por el servicio, lo que se traduce en una situación “injusta, abusiva e inequitativa para las partes, en perjuicio del consumidor”.

“Los consumidores normalmente pagan el costo del evento, pero además los cargos adicionales por el servicio, también conocidos como expensas: gastos de administración, de organización, costos por impresión del boleto, para el efecto de si la entrada la recoges en taquilla o en centros autorizados, entre otros”, se leía en el texto presentado.

La problemática por no devolver la cantidad total pagada por el consumidor, asciende a cifras millonarias con beneficios únicamente para una de las partes: el proveedor y/o administrador y/o organizador, o cualquier parte que intervenga en la ejecución del evento, dado que los cargos por servicios suman en promedio cientos de pesos, dependiendo del evento y del área donde el consumidor adquirió las entradas.

“Al cancelarse un evento, la parte que se ve menoscabada en su economía es únicamente el consumidor y, por el contrario, el proveedor, ya sea, el oferente del servicio, el administrador, el organizador o cualquier otra parte que intervenga en la ejecución del evento, siempre gana”, enfatizó el legislador priísta.

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