Es la cuarta ocasión que Vanessa Sánchez aplica para el examen de admisión de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sin conseguir un lugar , pero no pierde la esperanza y seguirá intentándolo .
A sus 20 años ya trabaja en el área atención a clientes de un banco, pero su sueño es obtener un grado en Ciencias Políticas o Administración Pública . “Se siente mal que te digan que no, que no te quedes por poquito, por cosas que preguntan en el examen que a veces no entiendes o son confusas”, confiesa.
Vane, como suelen decirle sus amigos, asistió a un curso durante cuatro meses en una escuela de matemáticas y piensa volver para repasar los conocimientos que necesita para quedarse en la primavera del siguiente año.
Buscará quedarse en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán
, si no consigue el lugar que tanto anhela en la máxima casa de estudios del país, “entonces pensaría en inscribirme en una escuela privada”, dice.