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El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es considerado el padecimiento neurosiquiátrico que se observa con mayor frecuencia en niños, adolescentes y adultos. México cuenta con 400 especialistas para diagnosticar y atender el problema, según especialistas.

En el marco del Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención, especialistas detallan que los síntomas tienen implicaciones no sólo a nivel personal, sino incluso social. Se estima que cerca de 2 millones de menores lo padecen en el país.

El TDAH es un padecimiento neurobiológico que provoca dificultad en la conducción de las neuronas que viajan por el circuito fronto-cerebeloso, que va del cerebelo a la zona frontal del cerebro. En la zona frontal, las neuronas transmiten la información que nos permite tomar decisiones; es la zona donde podemos planear, organizar, ejecutar y evaluar todo lo que hacemos.

En el cerebro de alguien que tiene el trastorno, las sustancias químicas que hay para ayudar a la conducción de la información entre las neuronas no logran hacer un contacto adecuado. Estas sustancias son la dopamina, la serotonina y la norepinefrina, las tres son importantes para llevar a cabo tareas como retención de información, la planeación y la organización.

De la población que lo padece en edad infantil, aproximadamente 10% está diagnosticado, pero sólo 8% cuenta con un tratamiento farmacológico.

Es más frecuente que lo presenten los varones, en una proporción de tres a cinco niños por cada niña. Si bien no existe un motivo científico, se cree que es porque las niñas tienden a presentar más los síntomas del déficit de atención que el de la hiperactividad y, en muchos casos, ese síntoma pasa inadvertido.

Mayor frecuencia en varones

“Como muchos de los casos se detectan en la escuela, los profesores comúnmente detectan más a los niños, porque es más visible la hiperactividad, las niñas son más inatentas y pasan de largo; sin embargo, en la edad adulta llegan a la consulta hombres y mujeres por igual”, señaló Juan Carlos Pérez Castro, director general de ProyectoDAH.

El trastorno también tiene evidencia de ser hereditario, es decir, quienes lo padecen pueden tener hasta 75% de carga genética en su ADN para llegar a desarrollarlo. “Es uno de los trastornos siquiátricos con mayor heredabilidad que existen, eso significa que los papás que lo padecen tienen ese porcentaje de probabilidad de transmitirlo a sus hijos”, apuntó Pérez Castro.

El jefe de Neurología del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG), Eduardo Barragán Pérez, apela a que los mitos sobre este trastorno dejen de ser un obstáculo para tratar a los pacientes en una etapa temprana y de manera adecuada. “Es muy frecuente que los padres tengan miedo a pensar que su hijo puede tener un problema biológico, siquiátrico, porque no quieren creerlo y empiezan a buscar otras causas o motivos a estos comportamientos, como que puede ser un problema en la crianza, un problema con modelos educativos, y ésto, desafortunadamente, sólo retrasa el diagnóstico”, dijo.

Pérez Castro afirmó que no es cuestión de crianza. “Ni la crianza enferma ni la crianza cura, no tiene nada que ver con que los padres les brinden atención o si hay violencia, tampoco tienen que ver los sistemas escolares, ni con la sociedad actual”, comentó.

Una cura en proceso

En 2015, expertos del Departamento de Neurología e Imagen del HIMFG descubrieron que los medicamentos proporcionados a los niños con TDAH no sólo aminoraban los síntomas, también mejoraban la conducción neuronal en el circuito fronto-cerebeloso, formado por una serie de carreteras donde viajan las neuronas. “Vimos que estas carreteras no están todas encendidas en este tipo de pacientes y lo que hicimos fue que durante un año les dimos tratamiento; al final observamos que estos niños tenían una recuperación parcial pero importante en el encendido de todos los circuitos”, afirmó Barragán Pérez.

Los menores de edad dejaron de estar inatentos, hiperactivos, impulsivos; mejoraron en la escuela, mejoraban en sus relaciones sociales y, a nivel biológico, los circuitos neuronales tuvieron una reactivación. Ello representa un avance para encontrar la cura a este padecimiento.

Esta afección puede durar toda la vida, hasta la etapa de adulto, y se ha visto que entre 30% y 40% de los pacientes, una vez que pasa la adolescencia, entran en una resolución de los síntomas, lo cual hace que la conducción neuronal sea más funcional.

En el resto de pacientes persisten los síntomas, pero más que los problemas de atención, en la etapa adulta se encuentran la ansiedad, la depresión, el incremento en el consumo de alcohol, tabaco u otras drogas, y suelen tener problemas familiares o laborales. “Sabemos que hay una relación cada vez más elevada entre padecer TDAH en la infancia y el abuso de sustancias, particularmente alcohol y marihuana, entre adultos. Un niño no atendido con TDAH se vuelve vulnerable para ser consumidor de sustancias prohibidas”, dijo Pérez Castro.

La importancia de reconocer este padecimiento y atenderlo médicamente trasciende en el formar adultos sanos y, consecuentemente, una sociedad más sana y productiva. “La temprana intervención de estos chicos puede ayudar no sólo a mejorar la vida del individuo, sino de la familia y la sociedad, porque estos problemas siempre tienen un impacto”, anotó Barragán Pérez.

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