La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el espionaje digital contra periodistas y medios en varios países de la región.

Calificó esta práctica como un serio atentado a las libertades de expresión y de prensa, al derecho a la privacidad y a la protección de fuentes periodísticas.

La SIP se refirió a una reciente investigación publicada por el The New York Times, que reveló que el gobierno de México habría espiado entre 2015 y 2016 a periodistas, defensores de los derechos humanos y activistas anticorrupción mediante el uso del programa informático israelí Pegasus.

Dicho programa accede a las llamadas, mensajes de texto, correos, micrófono y cámara de los móviles, entre otras formas de invasión.

Entre los periodistas afectados se encuentran Carmen Aristegui, Rafael Cabrera y Sebastián Barragán, destacó la SIP.

Los afectados presentaron una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) y solicitaron medidas cautelares a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Los periodistas y activistas manifestaron que además “el espionaje en México se ha convertido en un mecanismo efectivo de intimidación”.

La SIP recordó que desde hace varios años ha repudiado la infiltración de programas espías en las computadoras o dispositivos móviles de periodistas y organizaciones de noticias.

“La organización ha denunciado en casos de Argentina, Ecuador y Venezuela, entre otros países, la participación de organismos del Estado en la ejecución de estos delitos informáticos, que violan la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la que consigna que ‘todo comunicador social tiene derecho a la reserva de sus fuentes de información, apuntes y archivos personales y profesionales’, además de estar prohibido en la mayoría de la constituciones”.

Mencionó que en Estados Unidos, el Departamento de Justicia recopiló de forma secreta los registros de unas 20 líneas telefónicas de periodistas de la agencia Associated Press en 2012, incluido el teléfono fijo que la organización tiene en la sala de prensa de la Cámara de Representantes en el Capitolio.

En Venezuela, asentó la SIP, el Estado utiliza el espionaje cibernético para vigilar a la prensa y a la oposición a través del uso de herramientas digitales y piratas cibernéticos contratados para interceptar todas las comunicaciones en los dispositivos móviles y computadoras.

Esta misma situación ha sido denunciada en Argentina y Ecuador, expuso.

Entre octubre de 2016 y marzo de 2017, fueron hackeadas 25 cuentas de periodistas en Twitter y ocho sitios web, según el informe de libertad de prensa presentado en la más reciente reunión de la SIP.

En Colombia, en 2015, también se condenó la interceptación ilegal de comunicaciones de varios periodistas por parte de la Policía Nacional.

En 2014, en Panamá, el gobierno contrató los servicios de la compañía italiana Hacking Team, especializada en tecnología de vigilancia para espiar conversaciones por WhatsApp, advirtió la SIP.

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