Los efectos de la degradación de la tierra en las zonas áridas los padecen directamente 250 millones de personas , unos mil millones se encuentran en zonas de riesgo , son los más pobres, marginados y sin representación política, así lo informó la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La ONU, resalta que la pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y malas prácticas de riego afectan negativamente a la productividad del suelo. La desertificación se debe, principalmente, a la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas, que cubren un tercio de la superficie del planeta.

En 1995 la Organización de las Naciones Unidas designó el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación con el fin de promover la conciencia pública sobre este problema y concientizar sobre las iniciativas internacionales para combatir estos fenómenos.

La celebración de este año analizará la relación entre la degradación de la tierra y la migración, entre otras, la degradación medioambiental, la inseguridad alimentaria y la pobreza como causas de la migración y de las dificultades para el desarrollo.

La capital de Burkina Faso, Uagadugú, alberga este año la celebración mundial del Día Mundial para Combatir la Desertificación y la Sequía.

En 15 años, según la ONU, el número de migrantes en el mundo ha aumentado de 173 a 244 millones. El objetivo prioritario para este año es fortalecer la adaptación de las comunidades ante las variadas dificultades para el desarrollo, a través de la gestión sostenible de la tierra.

En el marco de este día, México, a través de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), se comprometió con el proceso de la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), fue el primer país en cumplir ante la CNULD con la preparación del Plan de Acción para Combatir la Desertificación en 1994 y el primero en ratificarla en 1995.

Esta convención incluye cuatro puntos estratégicos, la aplicación de la Estrategia Nacional de Manejo Sustentable de Tierras y la actualización continua del Programa Nacional de Acción para Combatir la Desertificación.

Segundo, en 2013, se estimó que existen 116 millones de hectáreas afectadas, en donde viven 63 millones de personas. Por ello, la importancia de fortalecer e integrar las acciones en el Programa Nacional de Acción contra la Desertificación.

Un tercer punto estratégico es que el país ha desarrollado una estrategia multisectorial de prevención y control de la desertificación que articula 38 programas federales que inciden directa e indirectamente en su control, siendo el Programa Nacional Forestal (Pronafor) uno de los más destacados al promover la productividad ecosistémica de los terrenos forestales.

En la parte operativa, entre los programas más destacados que se han implementado figuran la reforestación, conservación de suelos, pago por servicios ambientales, monitoreo de la sequía, tecnificación de cultivos de riego y desarrollo de obras hidráulicas de captación de agua de lluvia.

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