Hoy festejarán el Día del Maestro dos millones 20.2 mil profesores de educación básica, media superior y superior, en sus diferentes modalidades, quienes atienden a un total de 31 millones 819 mil 779 alumnos que estudian desde preescolar hasta licenciatura, según las cifras más actualizadas de la SEP. Sin embargo, la reforma educativa les ha quedado a deber reconocimiento social y económico, señaló el consejero del INEE, Gilberto Guevara Niebla.

En entrevista, el integrante de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) mencionó que aunque la Ley General del Servicio Profesional Docente, publicada en 2013, contiene un apartado en el que especifica la necesidad de reconocer la labor de los docentes, este capítulo ha sido uno de los más descuidados de la legislación.

“Lamentablemente este capítulo es uno de los más descuidados por las autoridades educativas: hay que distinguir, premiar y destacar al profesor que se esfuerza frente al que no lo hace. Hay que crear el reconocimiento como un sistema de incentivo moral para el incentivo de los docentes. Es una cosa muy buena que tiene la ley y que las autoridades deberían poner en práctica”, dijo en entrevista.

Otra de las deudas que ha tenido la reforma con los maestros es el salario: “Debe haber cantidades significativas de dinero para premiar a esos profesores que hacen un enorme esfuerzo y sacrificio para atender a las poblaciones más pobres y vulnerables”, dijo.

El maestro promedio mexicano en la educación básica es joven, ronda 39 y 40 años, 66% tiene estudios a nivel superior, de licenciatura o normal, y 17.5% posgrados. Sin embargo, sienten que su trabajo es poco reconocido por la sociedad, que sus salarios no reflejan su desempeño y que su empleo no es estable. Y se encuentran en los niveles más bajos de la OCDE en cuanto a profesionalización docente.

Pablo Fraser especialista de la OCDE en el tema educativo dijo desde París, Francia, que el profesionalismo se mide en tres niveles: el conjunto de conocimientos de los cuales los maestros hacen uso para llevar a cabo su práctica docente, el nivel de autonomía con que cuentan para tomar decisiones en el aula, y la frecuencia con que trabajan con otros profesores.

En educación básica hay un millón 211 mil 782 docentes de preescolar, primaria y secundaria en todas sus modalidades, de los cuales un millón 45 mil 14 trabajan en escuelas públicas y 166 mil 768 a planteles privados. Estos profesores atienden a 23 millones 185 mil 754 alumnos del sistema público, y a dos millones 571 mil 410 que estudian en planteles privados.

En educación media superior hay 422 mil docentes, 311 mil 757 en escuelas públicas y 110 mil 244 en privadas, quienes atienden a cuatro millones 985 mil 080 estudiantes, de los cuales 81% están en aulas del gobierno y 19% de paga.

En educación superior hay 386 mil 219 profesores, 229 mil 377 en universidades públicas y 156 mil 842 en instituciones privadas; ellos dan clases a 3 millones 648 mil 945 alumnos, de los cuales 70.6% estudia en públicas y 29.4% en privadas.

La última encuesta TALIS, cuyos resultados publicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2015, reveló que menos de la mitad de los maestros de secundaria y primaria considera que su profesión es valorada en la sociedad, y menos de cuatro de cada 10 opina que los mejores estímulos o recompensas son para los mejores profesores.

Los maestros a menudo tienen que trabajar en ambientes educativos adversos con nueve alumnos más por grupo que el promedio de la OCDE. Mientras los maestros mexicanos atienden en promedio a 33.9 estudiantes por clase en la media de los países de la OCDE, los grupos son de 24.1 alumnos.

La encuesta, realizada entre directores de planteles educativos, reportó que casi una tercera parte de los líderes educativos en las escuelas mexicanas consideró que sus maestros llegan tarde cuando menos una vez a la semana, contra el promedio de 10% de la OCDE. En ausentismo, México es el país con el porcentaje más alto con 21% sobre un promedio internacional de 4%.

Aunque es una minoría, también se encontró a profesores que se sienten poco preparados para ejercer su labor tanto en el conocimiento de los contenidos que imparten, como en las estrategias para enseñarlos.

En entrevista vía correo electrónico, Pablo Fraser especialista de la OCDE en el tema educativo, dijo desde París, Francia que los profesores, de secundaria en México no reciben el apoyo que necesitan para enseñar en ambientes tan desafiantes como el de México, y que el liderazgo escolar cumple un importante rol en responder y apoyar las necesidades de desarrollo de los docentes.

“El estudio demostró que los maestros mexicanos están activamente involucrados en oportunidades de desarrollo profesional, reportan niveles más altos de participación en talleres y cursos, desarrollo profesional docente en organizaciones particulares, redes de maestros e investigación individual”, destacó.

“Sin embargo, notamos que el contenido de esos programas no corresponde con las necesidades de los profesores. Para ayudar a los maestros, México necesita garantizar que el desarrollo profesional sea de buena calidad, de relevancia para las necesidades de los docentes, y ofrecer una visión coherente para su crecimiento profesional”, agregó.

Los maestros mexicanos son jóvenes, de acuerdo con el informe 2015 del INEE, entre 73% y 79% de los docentes que enseñan en los niveles de primaria, secundaria y bachillerato tienen 39 años o menos.

En preescolar, los profesores ingresan a menor edad que en primaria; alrededor de 15% son menores de 25 años.

En los niveles de preescolar y primaria, la mayoría de las escuelas son atendidas por mujeres: en preescolar 93% son educadoras; mientras que en primaria la proporción es de 6.7 mujeres por cada 10 maestros; en secundaria la proporción es más parecida puesto que 52% de los docentes son mujeres y 48% son varones. En educación media superior, la participación de las mujeres, es menor a la de los varones en escuelas públicas.

En cuanto al nivel de escolarización de los docentes, 33.7% de los profesores en educación básica tenían una licenciatura terminada; 29.8% normal superior y 17.5% estudios de posgrado.

Casi dos terceras partes de docentes de educación media superior tienen una licenciatura completa, y 7% algún grado de especialidad o maestría incompleta, mientras que 12.3% tiene al menos la maestría completa.

El nuevo modelo educativo permitirá que las escuelas dediquen 20% de las horas de clase en educación básica para adaptar los contenidos a las necesidades de sus estudiantes.

El número de horas cuyos contenidos serán determinados con autonomía curricular varían dependiendo del nivel y modalidad educativos. Por ejemplo, una primaria de jornada regular puede tener desde 2.5 horas lectivas de 50 a 60 minutos de autonomía curricular a la semana, pero si es de jornada de tiempo completo éstas pueden ascender hasta a 20.

“La autonomía curricular permite agrupar a los niños y jóvenes por habilidad o interés, de modo que estudiantes de grados y edades diversos puedan convivir en un mismo espacio curricular”, señala la SEP en su documento sobre el nuevo modelo educativo.

El estudio revela que los docentes de planteles autónomos están mejor preparados que los de escuelas privadas, puesto que casi una cuarta parte de ellos cuenta al menos con maestría completa (23%); mientras que docentes con esta escolaridad se encuentra en los planteles privados (11.5%), donde 70% cuenta con licenciatura.

Tras el análisis el INEE reveló que las nuevas generaciones de maestros tienen un mayor nivel educativo que los docentes con más edad.

El reporte señala que lo más seguro es que estos profesores hayan egresado de las normales, después de 1984, cuando se empezó a considerar a esos centros como instituciones de educación superior, otros, podrían ser egresados de la Universidad Pedagógica Nacional y otros tantos de diferentes universidades.

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